El presidente gestiona y maniobra para mantener los puntos que sumó en la elección y mantener la unidad del Frente. Es un lugar diferente al de Cristina Fernández, que necesita que los 38 puntos que la respaldan no se desperfilen en la política de diálogo y alianzas tácticas del gobierno pero que al mismo tiempo permanezcan en la alianza básica del Frente de Todos.
Por Luis Bruschtein*
(para La Tecl@ Eñe)
Cuando Cristina Kirchner recomienda el excelente artículo de Alfredo Zaiat del domingo en Página 12, está diciendo: los proyectos a los que aspiran Techint y el grupo Clarín implican la desaparición del kirchnerismo como propuesta política. En contrapartida, Techint y el Grupo Clarín, no van a impulsar proyectos donde la propuesta nacional y popular -kirchnerismo incluido- sea gravitante.
La afirmación está formulada a manera de diálogo con Alberto Fernández y no de confrontación. También queda en el aire otro señalamiento que se desprende de ese artículo: la conducción real de las fuerzas políticas que alimentan el odio son estas corporaciones. En cambio, desde la coalición oficialista se ha dicho siempre que la política conduce a la economía y no al revés.
Los señalamientos están planteados a manera de diálogo y no de confrontación porque se dan en el marco de los acuerdos que sustentan al Frente de Todos y que se expresan claramente en la composición del gabinete donde la mayoría son funcionarios del entorno de Alberto Fernández pero en buena sintonía con el kirchnerismo.
Esto quiere decir que Cristina da por descontado ese acuerdo. En el marco del cual puede haber miradas diferentes sobre aspectos de estrategia o táctica en cuanto al diálogo o la confrontación.
El enfoque prioritario obligado por la pandemia, postergó la definición de otros temas y en conjunto levantó desilusiones y críticas en los comentarios de las redes que piden una respuesta más enérgica a la guerra declarada por el macrismo duro.
Alberto Fernández sumó diez puntos a los 38 que tenía Cristina Kirchner y luego sumó 20 más por la expectativa que abrieron sus primeras decisiones. Pero esos 20 puntos van y vienen. Algunos regresaron definitivamente al macrismo. Las últimas encuestas más duras, casi calcan el resultado de las elecciones.
El presidente gestiona y maniobra para mantener los puntos que sumó en la elección y mantener a la mayoría que se pasó después. Es un lugar diferente al de Cristina, que necesita que esos 38 puntos que la respaldaban no se desperfilen en la política de diálogo y alianzas tácticas del gobierno pero que al mismo tiempo permanezcan en la alianza básica del Frente de Todos.
Parece un intríngulis, pero es la lógica de cada pieza en ese tablero. Los resultados recién se podrán evaluar cuando comiencen a votarse los DNU del gobierno y los proyectos legislativos de la pospandemia.
Buenos Aires, 13 de julio de 2020
*Periodista
4 Comments
Muy claro. Me ayuda a controlar mi desánimo y ver las cosas de otra maenra. Abrazo
Techint y el grupo Clarín implican «la desaparición» del kirchnerismo como propuesta política. Son los mismos grupos civiles y colaboracionistas del 76. No nos han vencido, pero hay que tener claro q esos son los enemigos del proyecto nacional y popular y no los adversarios
Existen 2 polos del enfrentamiento: El encabezado por Techint_ Clarin contra el Campo Popular encabezados por Cristina_ Alberto. La funcion de Alberto es gobernar con las armas que cuenta para construir con las piedras que le pone el enemigo en el camino. Cristina debe consolidar politicamente el respaldo al gobierno peofundizando el armado ; capacitacion de la militancia y elaboracion de estrategias y tácticas que brinden al Presidente las herramientas necesarias para su complicada gestión en este dificil Momento Histórico
Por algo Cristina publicó en Instagram la opinión de Aníbal F: «Si Cristina te tiene q decir algo no te lo manda decir, te llama y te lo dice»
Mandela gobernó Sudafrica, entre otras cosas, negociando dia a dia con los enemigos e incluyendo a unos cuántos de ellos. Gran parte de nuestra militancia se ha vuelto muy básica. Tampoco tenemos espacios organicos de debate ni x lo menos, llegada de líneamiento político.