El desembarco de Clarín en la filial argentina de Telefónica corona una historia de concentración y convergencia empresarial de varias décadas, con derivaciones múltiples en la escena política, la regulatoria, la del mercado de las comunicaciones y la del posicionamiento estratégico en el campo de las TIC.
Por Luis Lazzaro *
(para La Tecl@ Eñe)
El desembarco de Clarín en la filial argentina de Telefónica, concretada hace pocos días mediante una operación de U$S 1.245 millones de dólares, corona una historia de concentración y convergencia empresarial de varias décadas, con derivaciones múltiples en la escena política, la regulatoria, la del mercado de las comunicaciones y la del posicionamiento estratégico en el campo de las TIC.
El ciclo de la concentración convergente ha dado con esta movida su salto más atrevido y desafiante, exponiendo la centralidad política de la corporación. Esta actúa como un cortesano privilegiado del poder, sometiendo a su antojo el orden regulatorio de los gobiernos de turno, cambiando a estos cuando fuera necesario, o activando la muralla judicial para salvaguardar su condición hegemónica. La consideración del caso como si se tratara de una mera cuestión “de mercado” soslaya el marco conceptual indisoluble de la comunicación como un derecho social. Así lo reconoció en su fallo la Corte Suprema en 2013. Es cierto que, posteriormente, el decreto 267/15 de Macri desvinculó la TV paga de la regulación audiovisual, pero también es verdad que la ley 27.078 de Argentina Digital considera a los servicios TIC instrumentos para el derecho a la comunicación, sujetos al control de posiciones dominantes de mercado.
A fines de 2017 Cablevisión obtuvo el aval para adquirir Telecom, protagonizando una integración vertical de negocios que la convirtió en la quinta empresa más valiosa del país. La oportunidad de diversificar el escenario infocomunicacional durante la gestión de Alberto Fernández quedará para el olvido.
Ahora, el grupo se quedará con el 64% de la telefonía móvil -producto de la integración de Movistar(1) y Personal-, el 61% de las conexiones a Internet por banda ancha fija(2) (Telecom + Movistar), y el 40% de la TV paga, sector que marcha hacia un híbrido entre contenidos lineales y plataformas de streaming. También el 92% del tendido global de la telefonía fija -en baja- quedaría bajo su control. Estos porcentajes crecen en las zonas de mayor poder adquisitivo y concentración demográfica, así como en muchos mercados del interior, con control absoluto. Según Convergencia Research, Telecom ya tiene en unas 110 localidades una participación de mercado mayor al 60% de los clientes. Con la adquisición de Movistar sumará otras 90 localidades, en su mayoría en Gran Buenos Aires y unas 20 comunas de CABA.
La ley Argentina Digital obliga al regulador a verificar que ningún jugador acceda a posiciones con “poder significativo de mercado”, tales que le permitan fijar precios o servicios “a partir, por ejemplo, de su grado de integración vertical u horizontal”(3) . Teléfono para ENACOM.
Pero, además, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), según la ley 27.442, debe controlar “las concentraciones económicas, los actos o conductas, de cualquier forma manifestados, relacionados con la producción e intercambio de bienes o servicios, (…) que constituyan abuso de una posición dominante en un mercado”(4) . Se verá qué hacen el Ministerio de Economía y la Secretaría de Comercio con la granada.
En 2007 la fusión de Cablevisión y Multicanal se autorizó, pero poniendo condiciones que Clarín nunca cumplió. En el caso de operaciones internacionales como la fusión de The Walt Disney Company con Twenty-First Century Fox INC, la CNDC puso condiciones para restaurar la competencia efectiva en el mercado local de comercialización de canales deportivos del servicio básico de TV por cable debido a que la fusión violaba el artículo 8º de la ley. En 2022, la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal rechazó en su totalidad el planteo formulado por Disney para dejar sin efecto el ingreso de terceros al negocio.
Estados Unidos registra una gran cantidad de casos de rechazo a propuestas de fusión o adquisición por violación de las normas de la competencia o por amenazar el “interés público”. En 2015, la FCC rechazó la fusión de Comcast Corporation con Time Warner Cable, por afectar el suministro de Internet de alta velocidad a más consumidores. Ese año, la FCC aprobó la fusión de AT&T y DirecTV a condición de que la fusionada ampliara su servicio de banda ancha y ofreciera tarifas reducidas a los suscriptores de bajos ingresos. En 2018, la FCC rechazó la fusión entre Tribune Media en Chicago y Sinclair, con sede en Maryland, objetando que la fusión dejaba en manos de una sola corporación a más de 230 medios de comunicación en todo el país.
El hecho consumado por Clarín desafía la expectativa del gobierno de Javier Milei de avanzar por su cuenta en la reconfiguración del escenario comunicacional a partir de socios internacionales (Starlink entre ellos) y de aliados locales, como el grupo Werthein (DirecTV, Sky, TyC), que le permitirían disputar los nuevos mercados tecnológicos, vinculados con la conectividad, la IA, las redes sociales y el 5G. Del otro lado también se muestran socios como David Martínez (Fintech) y la alianza con China en el despliegue de redes móviles de última generación. En el tire y afloje entre estos espacios de poder se juega la suerte de los dispositivos de formación de opinión pública con sus lógicas consecuencias en términos de la salud democrática.
Referencias:
1-Luego de la fusión Clarín controlará el 64% de la telefonía móvil seguido por claro con 36,8 según Observacom.
2-Grupo Clarín (Telecom) concentraba el 46% de los accesos fijos a Internet antes de controlar Movistar (Telefónica de España) con un 15%, con lo que asciende ahora a más del 60%, en tanto le siguen Grupo Telecentro con 12% y Grupo Supercanal con 7%, según CABASE
3-Ley 27.078, Artículo 4, inciso h.
4-Ley N° 27.442 de Defensa de la Competencia. Artículo 1
Buenos Aires, 28 de febrero de 2025.
*Docente titular de Derecho de la Comunicación. Ex AFSCA – ENACOM.