Jorge Alemán responde al texto del filósofo italiano Giorgio Agamben sobre el conoravirus y los estados de pánico colectivo que, según el pensador italiano, generan los Estados para luego satisfacer el deseo de seguridad y control social impuesto por el estado.
Por Jorge Alemán*
(para La Tecl@ Eñe)
Desde que Agamben ha decidido que la figura del Campo, el estado de excepción y la nuda vida constituyen las tres figuras del mundo contemporáneo, todo le encaja.
Pero no todos viven en el Campo bajo el estado de excepción ni cada uno es reducido a la vida desnuda y matable.
Ahora le tocó al coronavirus como una ficción instrumental para controlar a la población, y llega a presentarlo de tal modo que da la impresión de que el virus no existiera.
Exagera para dar forma a su teoría tal como lo hizo Heidegger cuando terminó viendo las maquinaciones de la técnica en cada punto de la realidad.
Señalaré solo dos cuestiones
1) Los antagonismos siguen operando y se confrontan a distintas desigualdades; este virus, que sí existe, afectará desigualmente a los sectores de la sociedad subalternos, y lo mismo ocurrirá con los distintos países vulnerables del mundo.
2) Es cierto que el control, las fronteras, los dispositivos de segregación, serán en definitiva colonizados por el orden neofascista que el mundo del capital ya parece necesitar en su futuro desarrollo. Pero sería igual de peligroso que se invite a los sectores desprotegidos a minimizar y relativizar un virus que aún no se conoce en su verdadero alcance.
En este caso el mensaje final es terrible: «ya estamos en los campos de exterminio, nos puede a todos ocurrir cualquier cosa y aquí ya la política no tiene nada que decir».
Este es el impase de su teoría, su capricho, e invito a los seguidores de este pensador que valoro mucho, que ésta vez lo lean como corresponde.
Madrid, 2 de marzo de 2020
*Psicoanalista, escritor y poeta. Su último libro publicado es «Capitalismo. Crimen perfecto o Emancipación».
8 Comments
En Guayaquil donde están los primeros afectados hay barrios donde ni la policía ni los médicos pueden ingresar. Un ejemplo
Excelente artículo, lástima q los q tendrían q leerlo no lo leen y si uno se lo reenvía lo discuten c q no tiene nada q ver con ellos
LA MONSERGA DE JORGE ALEMAN SOBRE UN FILOSOFO AL QUE CONSIDERA UN MERO FILOLOGO
Sobre estas cosas, a pesar del calor, o por el mismo, no puedo contenerme.
J Aleman retoma un fragmento acertadisimo de Agamben, y lo pone solapadamente en serie con su populismo al que sin mella se ocupa de defender a tontas y a locas.
A pesar de deslumbrar a Victor Hugo, persiste en una obesesiva defensa que ya aburre y es esteril.
Pero aqui lo peor es que se ataca a Agamben, que sobre la cuestion tiene una serie de textos (desde 1994 al 2014, Homo sacer) que el dia que se llegue a entender lo que se esta tratando, de seguro la politica cambia, por cuanto propone de fondo un pasaje de la praxis a la poiesis.
Aleman ya eliguio, y su camino es el de la potencia y la praxis, eso suma pero no se encarna por ser un semblante mas.
Ahora esta mostrando su vena de chapucero, por cuanto es clarisimo que en su brulote a Agamben ignora la obra del italico filosofo.
Y quiero recordar que hace un tiempo Aleman critico seriamente a Lula por haberse entregado e ir a prision, cosa que sobre el brasilero se confirmo lo que el italico llama Estado de excepcion.
Le señale el error que cometia al desconocer la condicion obrera de Lula y al hecho de que alguien de origen obrero muy dificilmente acepte pasar a la clandestinidad.
Asi son «los asiertos» de este señor , menos mal que no esta en la gestion, y le recomiendo la lectura de Stasis (2015) de Agamben
Angel Orbea, «los asiertos» de Jorge Alemán, no sé a qué te refieres, tal vez quisiste decir «los aciertos», pues bien, despachas el tema con suma facilidad, tildando de populista a Jorge Alemán. Los vapores de la teoría de Agambem también te nublan. Lo cierto es que acá, en los barrios bajos, Jorge Alemás declara lo real, la praxis que desprecias, porque seguramente eres un pequeño burgués acomodado que aprovecha el impasse pandémico para juegos teóricos y no te jugás la vida como aquellos a los cuales Jorge sí comprende y a los cuales se dirige.
Publiqué en mi facebook hace unos días
CORONA VIRUS, VIRUS DE LA CORONA O LA PESTE
Aún en el supuesto de que la epidemia de COVID-19 no sea tal y que una gripe simple o nueva se esté utilizando como un mecanismo masivo de control social; en el entendido de que los medios de comunicación hacen su agosto como lo han hecho habitualmente con otros temas, lo cierto es que mucha gente se enferma por este nuevo virus y una parte muy reducida de ella se muere. Ergo, hay que atender la situación, eso le corresponde al estado; y también hay que entenderla, eso nos correspondería a todos para reducir no sólo el riesgo de enfermar sino también el de la manipulación, como mínimo psicológica bajo cuyo efecto son posibles otras manifestaciones políticas y económicas.
También en el mundo antiguo se «aprovechó la volada» vinculando a las grandes pestes de entonces con la ira divina desatada por el comportamiento impropio de los humanos! Ergo, también hubo un aprovechamiento de una circunstancia real para justificar culpabilizacionesy castigos; pero la gente se murió masiva y efectivamente. Eran otros tiempos, eran otras enfermedades; recientemente el VIH se prestó a estas manipulaciones y también las personas enfermaron, murieron y se trataron exitosamente gracias a la investigación y al enriquecimiento extraordinario de la industria de los medicamentos.
Soy de la idea de que las condiciones de vida del mundo contemporáneo genera nuevos «de todo», entre ellos enfermedades producto de unos modos de vida deshumanizados. En éste punto no pienso sólo en la pobreza sino, en general, en una sociedad planetaria que está -en buena medida- viviendo no una carrera, sino en una carrera esquizofrénica y tecnologizada de manera impresionante, para llegar a no sabemos dónde. Desde ya que los más pobres no sólo no escapan a esta situación sino que la padecen con menos recursos de todo tipo, el reparto desigual de las oportunidades se extiende tanto a las oportunidades de enfermar como a las de curar.
Cómo sea, independientemente de estas especulaciones sin respaldo científico -que es la condición contemporánea para que nuestro pensamiento sea tomado en serio- parece que la enfermedad provocada por el COVID-19 existe, parece que se expande, parece que algunas personas se mueren y parece que los Estados se ocupan del asunto. Parece.
Agamben no dice que el virus no existe. El título es que la epidemia no existe. Gran error de Aleman.
El siglo de los holocaustos y las derivaciones del capitalismo financiarizado destruyendo industrias y empleos y poniendo en demolición el estado social lo lleva a Agamben a la convicción de que el capitalismo termina inexorablemente en el campo.
La pandemia real pero a la vez de impacto atemorizante e imaginaría construye subjetividad del sometimiento como producción del terror.
Hay que ser más serios para debatir con Agamben que es necesario y enriquecedor
En una Otalia fascistizada Agamven se explica por si mismo
Al menos no abandona categorías de clase como estructuralistas y pistestructuralistas que ven el marxismo un virus letal
[…] [19] Jorge Alemán, Agamben, el coronavirus y el capricho teórico, https://lateclaenerevista.com/agamben-el-coronavirus-y-el-capricho-teorico-por-jorge-aleman/ […]