Jorge Alemán sostiene que no hay proyecto de emancipación posible si las posiciones personales de un líder, en este caso Putin, sobre la homosexualidad, el movimiento LGTBI + o la violencia de género, se transforman en política de Estado.
Por Jorge Alemán*
(para La Tecl@ Eñe)
Al querido poeta Néstor Perlongher no solo lo admiraba ya en aquellos tiempos por su poesía. Néstor en los 70 tenía el coraje suficiente de marchar con la bandera del Frente de Liberación Homosexual en las movilizaciones de la Juventud Peronista.
Este recuerdo viene ahora a mi memoria a raíz de las acaloradas discusiones que vengo manteniendo con distintos compañerxs desde hace tiempo en relación a la figura de Putin.
Para muchos, su repudiable posición en relación a la homosexualidad, el movimiento LGTBI +, la violencia de género, etc. constituyen detalles que no deberían tenerse en cuenta frente a la gravedad geopolítica del escándalo asesino de los EE.UU. En esas discusiones parecería tratarse de un asunto de índole liberal o eurocéntrico, que no quiere ver al enemigo principal.
No obstante, estoy firmemente convencido de que en gran parte el fracaso de las revoluciones socialistas del Siglo XX fue debido a la incapacidad para captar la constitución del sujeto en su existencia sexuada, hablante y mortal.
En «mi izquierda lacaniana», el modo en que se conduce un líder con respecto a estos temas, es políticamente determinante.
Puedo entender los obstáculos personales que se le pueden presentar a un líder, como suele ocurrir en cualquier circunstancia atinente a la condición humana, pero la cosa cambia definitivamente cuando se pretende transformar a esas ideologías y esos rechazos fantasmáticos en una política de Estado.
En esto disiento con los queridxs colegas que han discutido la cuestión Putin desde esa perspectiva.
No hay proyecto de Emancipación, es decir igualdad y justicia, si estas cuestiones continúan siendo rechazadas.
Madrid, 2 de febrero de 2022.
*Psicoanalista, escritor y poeta. Autor de los libros «Capitalismo. Crimen perfecto o Emancipación» y Pandemónium, notas sobre el desastre. Su último libro publicado es Ideología
6 Comments
Pero, porqué Alemán , (q es mi guia en abalisis politico) solo hace hincapié en el rechazo de Putin a la comunidad lgtb, y deja de lado el golpe en Ucrania en 2014, las masacres q hacen en Donbass, y q esto fue provocado por la otan para poner una base mas en Ucrania, no puedo entender a Jorge.
Es curioso que el discurso que victimiza a Putin no vea que el que está resucitando a la OTAN y a EEUU es el propio Putin reproduciendo la lógica de la expansión militar de las grandes potencias .América Latina y otros emergentes es la posibilidad efectiva de desear otra cosa para la vida .Para condenar al Imperialismo yanquee y la OTAN no es necesario legitimar su reverso especular presente en la lógica de gran potencia de Putin .A todos los que me han insultado rabiosamente desconociendo mi historia les pido que al menos miren atentamente el desenlace que tendrá todo esto si el mundo continúa
Me encantaría poder conversar de este asunto con ud. personalmente. En especial si el mundo continúa. Saludos.
No hubo insulto en mi caso. No encararía nunca una discusión apelando a lo que la destruye. Menos con un compañero.
Sólo había la expectativa que una mención a Néstor para justificar una posición, que creo no hubiera tenido, requería un sustento profesional que el artículo no tiene.
Opiniones tenemos todes, pero los profesionales hemos sido beneficiados por la sociedad para enunciar argumentos sujetos comprobación social y científica.
El artículo carece de ello.
Afortunadamente Néstor, con quién compartimos el cuerpo de delegados de Filosofía y Letras, a veces los complejos y sombríos regresos a su casa tras alguna movilizacion, también la esperanza y el fervor setentista, no pensaba de este modo. Eso le permitía compartir ideales y compromiso con compañeras y compañeros que no la tenían fácil para militar junto a una homosexualidad tan necesariamente explícita y desafiante.como la suya. Problema de elles, pero también.comorension suya.
El 25 de mayo de 1973, cuando entrabamos a la Plaza con una multitud nos sorprendió a algunos compañeros que se fuera haciendo un claro alrededor de un cartel. La explicación era sencilla, se estaba desplegando un «trapo» del Frente de Liberación Homosexual y la mayoría escapaba a las miradas y las fotos. Quienes veníamos de militar con Néstor, responsable de autodefensa del cuerpo de Delegados , nos pegamos al pequeño puñado de compañeros hasta que el ingreso de más y más cerró el claro y cada quien pudo ir con los suyos. Entre quienes nos acercamos en ese momento a Néstor había compañeras y compañeras cuyos rostros se pueden encontrar en la bandera gigante de los 24 de marzo, por ejemplo Marito Isola, Ana Kumek, su compañera, Tito Martinelli… Entre quienes se alejaron del cartel también había decenas, centenares, de compañeras y compañeros que hoy tienen su foto.en el mismo cartel. Ni las 3A ni los genocidas perdían de vista que las luchas de los pueblos se valen de sujetos de existencia sexuada, hablante, moral, en los que conviven ilusiones, prejuicios, valor y temores anudados por un elemento común, la intención de hacer lo que el pueblo necesite. Así que segaron sus vidas sin preguntarse qué prejuicios albergaban.
Por supuesto, no voy a compararnos a los setentistas con Putin. Sencillamente quiero dejar en claro que es absolutamente impropio el uso de aquel Néstor para justificar una mirada lineal y recortada que Él nunca tuvo de la politica, las luchas populares y la militancia. Filoso como sabía ser, hubiera destacado de entrada que nada es menos lineal y más contradictorio que la política. Rita Segato encontró, con formación diferente, el mismo argumento para justificar el golpe contra Evo Morales. Afortunadamente Alberto Fernández y las.compañeras y compañeros que colaboraron en su rescate, algunes compañeras en los 70 de Néstor, no cayeron en la misma trampa autoreferente. El pueblo boliviano y la unidad latinoamericana en construcción hoy lo agradecen.
No soy de los que vayan a insultarte, porque conozco tu historia, tu pensamiento y…porque no es mi estilo. Pero no acuerdo con tu reversión de la *norteamérica al revés» de Ernesto Sábato para expresar a su modo el «ni yanquis ni marxistas». La historia, el contexto y un análisis marxista del imperialismo (empezando por la lectura contemporánea del concepto de Lenin), tan actual como que le sirvió a Zbigniew Brzezinski para guiar a Kissinger -y con él al imperialismo- al correcto diagnóstico y consiguiente victoria sobre la URSS- me llevan a concluir que no estás pudiendo sustraerte de la marea irracional que arrastra a personajes que te son tan cercanos como Iñigo Errejon. Tan potente esa marea que nos ofrece la paradoja de que quien quizá mejor denunciaba su funcionamiento en la debacle de la socialdemocracia acaba siendo otra de sus víctimas, momentáneamente. Mis saludos, estimadísimo Jorge. Espero la vuelta de tu análisis perspicaz y sereno cuando bajen estas aguas donde hasta pretenden ahogar a Dostoyevski.