Jorge Alemán afirma que el neoliberalismo no debe confundirse con los políticos de derecha que intentan darle a dicho dispositivo de poder una envoltura política.
Por Jorge Alemán*
(para La Tecl@ Eñe)
En distintos lugares del mundo se presenta una situación que se designa como «derrota del Neoliberalismo”. Es una expresión que merece ser atendida en su análisis. El Neoliberalismo no debe confundirse con los políticos de derecha que intentan darle a dicho dispositivo de poder una envoltura política. La eventual crisis de representación no debe confundirse con la crisis orgánica del Neoliberalismo ya que no confirma su agotamiento, por el contrario demuestra que su dispositivo de competencia, mercantilización de lo humano y apropiación de la vida como capital, se encuentra con coyunturas ingobernables; hasta el punto de imponer un permanente intento de reestructuración del Estado por parte de los representantes de los sectores populares. El neoliberalismo no es el Capitalismo salvaje, es la curva del Capital cuando su tendencia a la concentración es ilimitada.
Esto no implica que se deba, como piensa cierta izquierda, retirarse de la disputa del Estado y volverse un parque temático testimonial de intelectuales clausurados en sus teorías. Los involucrados en lógicas emancipatorias deben estar adentro y afuera del Estado cuando desde el mismo se intenta construir un dique al Capitalismo. Si se quedan afuera se vuelven los supuestos depositarios de una verdad que no es operativa y sólo vale en las academias. Si en cambio juegan exclusivamente en el interior del aparato de Estado y se encierran en la forma Partido, pierden el lugar donde lo social habla en una lengua que no es la de la representación política, lugar en donde la verdadera emancipación se puede insinuar y anudar. El neoliberalismo es una ideología espontánea que se reproduce en procesos de aceleración que suelen ser más rápidos que el de las gramáticas políticas. Y a la vez, la apertura a lo social puede darnos la posibilidad de la apuesta por un proyecto alternativo que no dispone de una teoría previa.
La permanencia del Neoliberalismo coexiste con la insistencia, en primer lugar en cada uno, de la Emancipación.
Buenos Aires, 30 de octubre de 2019
*Psicoanalista, escritor y poeta. Su último libro publicado es «Capitalismo. Crimen perfecto o Emancipación».
3 Comments
Ayuda a pensar
Excelente análisis. Cuando hacemos referencia al Neoliberalismo, no nos referimos a una teoría económica o filosófica, sino que es una estructura mutante, acéfala, un movimiento circular y sin corte operante que se expande de ilimitada hasta el último confín de la vida.
Adscribo a lo que propone David Harvey (2007), cuando habla de proceso de neoliberalización. En esa línea, Natalia Romé (2018) propone pensar al Neoliberalismo como un proceso, porque constituye una tendencia a la totalización de la experiencia social y subjetiva, una tendencia cuyo efecto es de unificación, totalización que no es plenamente eficaz (2018: 17).
Desde un pensamiento de izquierda el tema es central , a partir desde donde uno se posiciona para poner freno al neoliberalismo si desde adentro o con pura retorica desde afuera , replanteandonos si realmente queremos cambiar la realidad .