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Parte de guerra macrista – Por Hugo Presman

Los resultados de cuatro años de gobierno serán un parte de guerra intensificado. Las promesas del 2015 son papel picado. Los objetivos refundacionales de Cambiemos son exitosos. Necesitan cuatro años más para volverlos irreversibles. De la ciudadanía depende.

Por Hugo Presman*

(para La Tecl@ Eñe)

 

A tres años de haberse iniciado el gobierno de Mauricio Macri, el mismo constituye un parte de guerra contra la sociedad argentina. Y sin embargo, en relación a los objetivos propuestos que fueron volver a una Argentina agro-extractiva- exportadora con fomento del turismo y atravesada por el modelo de valorización financiera, es un éxito total. Ha logrado reducir en forma significativa salarios y jubilaciones, desmantelar la industria, atar el país a las finanzas internacionales, reducirlo a una expresión de colonia. Es una visión del país tendiente a agradar con genuflexión y entrega a los poderosos del mundo. Pero el programa es tan restrictivo, que muchos de los que lo apoyaron, integrantes del círculo rojo, hoy se muestran arrepentidos pero que igual siguen denostando todo lo que huela a populismo. En estos casos la ceguera ideológica se impone sobre los resultados económicos. Todos los índices económicos son negativos, una hazaña pocas veces alcanzada. Una columna del periodista Nelson Castro, no precisamente de simpatías kirchneristas, resulta reveladora: “Choqué la economía”. La frase sorprendió al pequeño y selecto grupo de periodistas deportivos que cada tanto son convocados por el Presidente, para conversar o para participar de los partidos de fútbol que se organizan y disputan en la quinta de Olivos. El que pronunció esa frase estaba en el centro de los allí presentes: era Mauricio Macri. La confesión refleja la exacta dimensión de lo que ha pasado en estos tres años de su gestión. Un amigo suyo desde hace más de treinta años –con el que suele conversar periódicamente y con quien estuvo pocos días atrás– lo encontró con algo de desconcierto y enojado. Uno de sus enojos es con varios de los periodistas que lo critican a él y a su gobierno… Datos duros. Con los números que se publicaron esta semana –el índice de inflación y el índice de pobreza–, el balance del gobierno de Macri es catastrófico. Veamos:

 * En lugar del 29% de pobreza que dio la UCA a fines de 2015, el índice de hoy está en 33%.

* Aumento de la pobreza en el conurbano bonaerense, que supera el 40% cuando estaba en 32% en 2015.

* Inflación: 48,5% de inflación (noviembre 2017- noviembre 2018) vs. 25-26% en diciembre de 2015.

* Devaluación cercana al 300%.

* Aumentó en 130 mil millones de dólares de deuda externa, que deja un legado de inexorable renegociación para 2020, gane quien gane las elecciones del próximo año.

* Pérdida del poder adquisitivo del salario de 9 puntos porcentuales; la gente cobra casi un 10% menos, con menos poder de compra que en 2015.

* Aumento de la presión tributaria: Macri vino a bajar el impuesto a las ganancias y no sólo lo aumentó, sino que incrementó la presión impositiva global. Con estos guarismos nadie sabe cómo el oficialismo va a enfrentar el desafío electoral del año que viene.

El periodista Carlos Pagni reveló que “el máximo mandatario mantuvo dos reuniones con los presidentes de los bancos JP Morgan (Jamie Dimon) y el Bank of América (Brian Moynihan), en donde el Presidente admitió: «Destrozamos el salario».

Por otro lado, el periodista de La Nación comentó que «en este escenario, Macri cree que se va a hacer reelegir en primera vuelta»

HACIENDO LO QUE HAY QUE HACER

El presidente sostiene como la campaña publicitaria de su gobierno que: “Se está haciendo lo que hay que hacer.” Imperturbable, busca la reelección para completar el modelo excluyente y ha afirmado: “Juntemos toda la energía del mundo porque el año que viene va a ser uno donde la Argentina va a confirmar que entendió que este es el rumbo. Como nunca antes en mi vida estoy cada vez más convencido que es por acá, que no hay otro camino, que es el que hemos tomado, el de la verdad, el del trabajo, el del debate”.

Todo es una gigantesca mentira, de un gobierno mitómano. Y si esto no fuera un drama, resultaría una pieza humorística memorable como cuando afirma: “Mi gobierno se dedicó a los privilegiados” Claro que hay que entender a qué denomina privilegiados el ex presidente del derrotado Boca: “Son los que te rodean físicamente los edificios, te arman lío, te putean, cuanto más privilegios pierden, más violentos se ponen”. Expresiones como estás arrancan en el voluntariado macrista el clamor de “Argentina”, “Argentina” y el tradicional “Sí, se puede” con algunas lágrimas presidenciales como aquellas del lejano G20, donde fue elogiado por los poderosos por la seguridad y organización de la fiesta, que agradecieron los servicios prestados pero que desde el mismo lunes olvidaron cualquier elogio transformado en inversiones, se dispararon el dólar y el riesgo país.

En junio el gobierno celebró el haber sido calificado país emergente, como respaldo internacional, lo que no fue óbice ni impedimento para que se intensificara la corrida cambiaria.

 

RIESGO PAÍS

Mes a mes aumenta el riesgo país, un termómetro creado y contratado por los acreedores, que determina la posibilidad de pago de la deuda por el país. Digámoslo claramente: en el 2020 o aún antes, el mismo gobierno u otro de distinto signo, deberán reestructurar la deuda o declarar el default. El país está imposibilitado de pagar la deuda contraída. Ello sin considerar la alternativa de que en marzo o abril haya disponibles encuestas firmes sobre la posibilidad de triunfo de la oposición encabezada por Cristina Fernández; de tal forma la fuga de capitales y lo comprado para atesoramiento que ha atravesado los 36 meses del macrismo, se intensificará y esto está fuera de las previsiones que maneja el FMI.

Los 5.600 millones de dólares prestados por el FMI, deberán reembolsarse en el 2020; otros 21.200 millones de dólares en el 2021, 22.300 millones en el 2022 y 7.600 millones en el 2023.

Los intereses y capital de bonos públicos suman: 17.000 millones de dólares en el 2020, 27.000 millones de dólares en el 2021, 28.900 millones de dólares en el 2022, y 22.600 millones de dólares en el 2023, es decir un total de 95.500 millones de dólares, sin contar las letras del tesoro.

En resumen: las cifras expresadas en millones de dólares, del 2020 en adelante cuando se empieza a devolver el préstamo del Fondo son los siguientes, a partir de la hipótesis poco probable de poder sortear el año 2019, con los avatares de un año electoral y fuga de capitales.   

2020 2021 2022 2023  TOTAL
FMI 5.600,00 21.200,00 22.300,00 7.600,00 56.700,00
Intereses y capital bonos 17.000,00 27.000,00 28.900,00 22.600,00 95.500,00
22.600,00 48.200,00 51.200,00 30.200,00 152.200,00

No están incluidos los bonos emitidos por el tesoro. 

¿Hay alguna duda por qué aumenta el riesgo país y por qué se han cerrado las fuentes de financiación?

Una paradoja notable es que el presidente que lleva al país al primer mundo tiene un riesgo país superior a Angola, Nigeria o Senegal. Nadie que mire el cronograma de deuda puede dudar sobre la imposibilidad de pago. Esa es la explicación, aunque los periodistas alquilados por el gobierno lo atribuyan a la legislación laboral, a la posibilidad del regreso de un gobierno popular denostado como populismo, y hasta que Juan Grabois se manifieste en las puertas del multimedio Clarín  

 

 

LA ESTRATEGIA ELECTORAL DEL GOBIERNO

La amalgama de su base sólida de alrededor del 30% es el odio a Cristina Fernández. Propagará sibilinamente su lucha contra las mafias, tan falsa como su batalla contra la corrupción, sus triunfos ficticios sobre la inseguridad y el narcotráfico, y la bolsonarización de su política de seguridad. Al respecto apunta con precisión el periodista Fernando D’Addario: “Porque el Gobierno le quitó casi todo a su núcleo duro de votantes. Pero le dio mucho a cambio. Inmaterial, claro. Le brindó alegrías que reforzaron su pertenencia, o reafirmaron, más bien, su “no-pertenencia”. El macrista paladar negro, empobrecido y todo, pudo ver con traje a rayas a Boudou, experimentó placeres onanísticos con cada desfile de Cristina por los tribunales, celebró las amenazas de más mano dura contra piqueteros, trapitos y vendedores ambulantes, festejó la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.

Mientras le mete la mano en el bolsillo, por otro lado, lo alimenta emocionalmente. Cada día que pasa, Macri y los macristas paladar negro se someten a una prueba más exigente: cuanto más duras sean las medidas económicas contra ese sector, mayores deberán ser las “compensaciones” en el terreno del circo mediático-judicial. Habrá que ver hasta dónde llega esa prueba de amor, que no es otra cosa que la banalización del espanto.”

 

PARTE DE GUERRA MACRISTA

Los resultados de cuatro años serán un parte de guerra intensificado. Las promesas del 2015 son papel picado. Los objetivos refundacionales son exitosos. Necesitan cuatro años más para volverlos irreversibles. De la ciudadanía depende. Y sin embargo el macrismo está lejos de estar derrotado electoralmente. La explicación de las víctimas votando a los verdugos puede encontrarse en la victoria cultural de los falsos axiomas neoliberales. El individualismo extremo, el culto al emprendedurismo, el sostener que los éxitos me pertenecen, en cambio los fracasos son consecuencia de un estado asfixiante y derrochador, denostar a los planes como sinónimos de vagancia, combatir la inseguridad con el Código Penal y el gatillo fácil, son vigas ideológicas de sectores significativos de la ciudadanía. Quieren que le saquen los negros de encima aunque él sea sólo un negro que ascendió un escalón. Algunos perciben que ellos que discriminan hacia abajo ahora desde arriba también vienen por ellos. Son los negros que no se asumen como los negros que el poder detesta visceralmente.  

No viene mal recordar los que los gladiadores del circo romano le decían al emperador antes de combatir: “Los que van a morir te saludan”

¿Se habrá convertido Argentina en un país de suicidas?

 

Buenos Aires, 27 de diciembre de 2018 

*Coconductor del programa radial EL TREN, con más de 14 años en el aire. Contador Público recibido en UBA. Fue profesor de Economía Política en la Facultad de Ciencias Económicas de la misma Universidad. Es Periodista. Sus trabajos son publicados en diversos medios nacionales e internacionales. Es autor del trabajo de investigación “25 años de ausencia” y participó con trabajos en los libros “Damián Carlos Álvarez Pasión por el libro” e “Insignificancia y autonomía”. Debates a partir de Cornelius Castoriadis.
Además es coautor del libro “Bicentenario de la Revolución de Mayo y de la Emancipación Americana”   

1 Comment

  1. Carlos E. Santa dice:

    Amigo Presman: la devaluación no puede ser del 300% porque desaparece la moneda cuando es mayor al 999$. En todo caso el tipo de cambio aumentó un 300%. Son dos conceptos distintos.

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