La violenta represión de la policía bonaerense en el partido Gimnasia-Boca abre interrogantes en torno a la teoría de la operación diseñada contra el gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
Por Conrado Yasenza*
(para La Tecl@ Eñe)
El jueves por la noche, alrededor de las 21 horas, la que fuera definida en los años ’90 del siglo pasado como la mejor policía del mundo por el ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires Eduardo Duhalde, reprimió violentamente durante más de una hora con balas de goma y gases lacrimógenos – en un operativo que abre interrogantes – a simpatizantes en las afueras de la cancha de Gimnasia Esgrima de la Plata, quienes tenían sus entradas y carnets de socios.
El Bosque fue el escenario de una trampa mortal que se trasladó hacia el interior del estadio; los gases arrojados por la policía lo inundaron todo producto de las ráfagas de viento, volviendo el aire irrespirable para hinchas y jugadores. En ese contexto murió César Regueiro, un trabajador e hincha de Gimnasia que era empleado de la municipalidad de La Plata y había sido futbolista profesional en el Club Atlético Villa San Carlos.
A este periodista le son esquivas las particularidades de lo que puede leerse, según lo manifiestan algunos periodistas y también militantes del Frente de Todos, como una operación política contra el gobierno de la Provincia de Buenos Aires. “Tirarle un muerto” al gobernador Kicillof. Es sabido que la policía de la provincia no es implacable con el delito y que tampoco es propensa a funcionar dentro del marco de la ley, tampoco es afecta a políticas vinculadas a los derechos humanos. La corrupción, la tortura, el “suicidio” en comisarías y el gatillo fácil son prácticas que ningún gobierno nacional y popular ha logrado erradicar, y hay que reconocer ese déficit como hay que reconocer que más allá de las inversiones e intentos de reformular los programas de estudio dictados en la escuela de Policía Juan Vucetich, esa relación entre seguridad y derechos humanos sigue siendo un grave problema que los progresismos no saben cómo resolver. Es decir, sobre llovido, mojado.
También hay que destacar que a la matriz represiva de la policía bonaerense, tradición vasta y documentada, se debe agregar el hecho de que es una fuerza que se autofinancia a través de las cajas delictivas, lo cual le da la posibilidad de autogobernarse y la torna independiente de las autoridades civiles.
La violenta y trágica represión de la policía bonaerense en el partido Gimnasia-Boca entra en las coordenadas del radar de “la cama” al gobernador. Como escribe el periodista y Director de La Señal Medios Gabriel Fernández, que estuvo en la cancha esa noche y ejerce el periodismo con probada vocación por la verdad, la policía fue a reprimir, tenía esa disposición y orden. Decimos vulgarmente, fue a pudrirla. Adrede. No está claro aún, por lo menos para quien escribe esta nota, si la decisión de reprimir fue efectuada por el jefe departamental de la Policía de La Plata para provocar una «interna» policial.
El problema se complejiza con las declaraciones posteriores del Ministro de Seguridad Sergio Berni, quien azuzó la teoría de los violentos que querían ingresar al estadio. Berni es el responsable político de las fuerzas de seguridad provinciales y, en un principio, en lugar de condenar el accionar represivo e injustificado de la policía, declaró que el operativo tuvo como objetivo disuadir a violentos que querían destruir el estadio. Estos dichos son los que llaman a suspicacias porque o Berni no estaba al tanto de las decisiones que toma el Jefe Policial de La Plata o encubre la operación, y esto es grave porque hay decisiones políticas que lo sostienen en su cargo.
Esta tragedia ocurrida el jueves como consecuencia de la brutal represión desatada por la policía bonaerense, que además quedó registrada en el testimonio del camarógrafo del canal de noticias deportivas TyC Sports Fernando Rivero, a quien un policía le disparó de frente una bala de goma, es el resultado de lo complejo que resulta conducir políticamente a una fuerza como la bonaerense que se autogobierna gracias a la autofinanciación delictual, que además está formada en la cultura de la violencia y la represión, situación que pese al comunicado emitido por el gobierno de la Provincia con relación a los avances en materia de formación policial, no se ha modificado. Todo un palo que se traduce en vidas perdidas.
Se trate de una interna policial o una cama tendida al gobernador, lo que subyace es la falta de decisiones para enfrentar los sistemáticos operativos políticos, policiales y judiciales contra un gobierno que no lo comunica, no lo dice claramente; y como ha escrito Gabriel Fernández, se manifiesta como si estuviera en control de todo lo que ocurre dentro y fuera de palacio, por no hablar de la calle. ¿No es peor esta actitud?, ¿si se está en control, cómo se produjo entonces la represión del jueves?
Quien escribe ha sostenido en más de una oportunidad que a este sistema de demolición que reúne tareas conjuntas de facciones políticas, económicas, de medios y justicia, hay que oponerle algún esquema de estrategia confrontativa que supere las nociones de consensualismo y opere, a su vez, dentro de los límites democráticos.
Los medios dominantes junto a la derecha cada vez más radicalizada, entienden que es difícil derribar al gobernador de la provincia por el lado de la gestión. El uso de los muertos es una costumbre que habitan. Lo han hecho con Nisman, lo harán con César Regueiro.
Gobernar pasa por, además de querer gobernar, por poder gobernar; y querer y poder gobernar remiten a un principio mayor: El de gobernar como el arte de hacerlo.
El gobernador de la Provincia de Buenos Aires no es de los políticos que han llegado al poder para quedarse en un estado ingenuo de sorpresa y comentario de lo que sucede; sabe que gobernar es saber hacerlo y por ello, seguramente, ha leído el mensaje del bosque.
Avellaneda, 9 de octubre de 2022.
*Periodista. Director de la Revista La Tecl@ Eñe. Docente en UNDAV.
2 Comments
Crónica perfecta que no tiene ni fábula ni moraleja sino inteligencia y política. Nos plantea el pensar sobre el miedo y el coraje y sobre la acción o inacción. Da miedo entenderla y más miedo distraerse.
Gracias por escribirla.
Gracias por su comentario Orlando, me honra que usted haya leído la nota y escrito este comentario.
Saludos afectuosos.
Conrado.