Un recorrido por la memoria de lo que no se puede contar. La paradoja de la mudez frente al dolor infinito. La construcción del recuerdo. Una bella puesta de Laura Yusem con dramaturgia de Natalia Casielles en el Teatro Abasto Social Club.
Por Liliana Fijtman
(para La Tecl@ Eñe)
“¿Y si la poesía fuera un olvido del perro que te mordió la sangre/una delicia falsa/una fuga en mí mayor/un invento de lo que nunca se podrá decir? ¿Y si fuera la negación de la calle/la bosta de un caballo/el suicidio de los ojos agudos? ¿Y si fuera lo que es en cualquier parte y nunca avisa? ¿Y si fuera?” Juan Gelman
A través de un rico entretejido de cosmogonías entre las que se cuentan los relatos de los intérpretes, El narrador de Walter Benjamín, La revolución es un sueño eterno de Andrés Rivera, En mi nombre. Historias de identidades restituidas de Ángela Pradelli y Hoy de Juan Gelman, la directora de ¿Tenías frío?, Laura Yusem construye el imaginario que recorren los protagonistas de la obra.
El tránsito fragmentado y parcialmente amnésico de lo vivido requiere de la distancia para ser contado. La experiencia es inenarrable de inmediato. Es necesario contarla. La multiplicidad de aportes enriquece la memoria colectiva. Pero la pregunta es si se puede contar y cómo.
Los sobrevivientes de la Shoá en múltiples casos silenciaron lo vivido. Conozco hijos que se enteraron que sus padres habían estado en campos de concentración recién en su propia adultez. ¿Es la necesidad de alejarse del horror? ¿Es posible escapar a partir del silencio? ¿O la pena se encarna en los huesos y los músculos y empobrece nuestra vida si se calla?
Cuando se puede hablar, algo se aliviana en el cuerpo y sin embargo, no se habla enseguida.
El espacio y el tiempo transcurrido permiten a veces narrar la experiencia.
De todo esto, con un discurso polifónico, los personajes de la obra hablan y tratan de recordar para armar la historia. El golpe del golpe. Los hermanos del desaparecido, la hija apropiada que repite lo que le dijeron que diga, la pregunta por todas las preguntas posibles, el militante asesinado.
“No es el frío, ni el viento que no deja escuchar. Ni siquiera sé si hacía frío. Es la espera. La espera silenciosa, de los que esta noche van a llegar y uno se arrincona contra la baranda. Ya no se habla. Contra la certeza de la muerte, aparece el miedo que atraviesa los huesos”
Hay ternura y dolor. Es posible revivir lo que sentimos cuando todo esto pasaba. Los que tenemos más de sesenta, sabemos de qué se está hablando y resulta sanador atravesar los pedazos de recuerdos para reconstruir la historia. “La revolución nunca puede ser como tomar el té a las cinco de la tarde” dice un personaje. Y es cierto.
Teatro Abasto Social Club. Yatay 666. Almagro. Sábado 19 a las 18 horas y viernes 25 de noviembre 21 horas.
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA:
Dramaturgia:
Natalia Casielles
Actúan:
Silvia Ataefe, Daniel Braguinsky, Mariana Ceballos, Ana Rodríguez Arana, Guillermo Rodríguez Riedel
Diseño de espacio:
Laura Yusem
Diseño de luces:
Alejando Le Roux
Realización de escenografía:
Norma Rolandi
Video:
Pablo Braguinsky
Música original:
Cecilia Candia
Fotografía:
Lucas Levalle
Diseño gráfico:
Federico Mercante
Asistencia de dirección:
Gabriela Levy Daniel
Prensa:
Daniel Franco
Dirección:
Laura Yusem