Se estrena Confesiones de un escritor, pieza teatral basada en el cuento “A la diestra”, de Haroldo Conti. La Tecla Eñe tuvo oportunidad de conversar con Juano Villafañe y Manuel Santos Iñurrieta acerca del trabajo sobre la obra tanto desde la dramaturgia como desde la dirección.
Por Liliana Fijtman
(para La Tecl@ Eñe)
Haroldo Conti, figura emblemática por su literatura y su militancia política es homenajeado aquí con este estreno teatral a cargo de Manuel Santos Iñurrieta en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, a 97 años de su nacimiento y 46 de su secuestro y desaparición a manos de la última dictadura cívico militar.
La pieza nos propone a la literatura como centro y a partir de ella, el ordenamiento de la acción. Un elenco conformado por Gustavo Pardi, Gabriela Perera y Diana Kamen son los responsables de dar vida a Conti, sus compañeras y sus musas inspiradoras.
La Tecla Eñe tuvo oportunidad de conversar un rato con Juano y con Manuel acerca del trabajo sobre la obra tanto desde la dramaturgia como desde la dirección.
Liliana Fijtman: ¿Qué aspectos del texto motorizaron la dramaturgia de “Confesiones de un Escritor”?
-Juano Villafañe: Confesiones de un Escritor es una obra de teatro escrita dentro de un cuento. Ese cuento es “A la diestra”, el mismo que había quedado en la máquina de escribir el día que lo secuestran en su casa de Villa del Parque en 1976. El cuento fue cedido por Alejandra Conti y Marcelo Conti a la Revista de Literatura Mascaró para que sea publicado por primera vez tal cual había sido escrito en el año 1984. Cuando recibí ese cuento siempre pensé que dentro de él había una posible obra de teatro, tanto por el hecho de lo que implicaba el propio cuento como texto inconcluso, como por lo simbólico de todos los hechos que rodeaban a ese cuento. La obra no describe una cronología de hechos históricos, ni se trata de un texto biográfico sino que aborda los distintos estados de la literatura de Haroldo Conti, las poéticas de la llanura, del río, de los entornos urbanos. El texto teatral está compuesto por diálogos, pero también por monólogos, poemas y todo se relaciona por la acción teatral y la puesta en escena. Se trata de cuadros circulares que se van proyectando sobre el tiempo y el espacio, donde se expresan momentos reales o ficcionales de la vida y la obra de Haroldo Conti. No es un texto lineal, ni se cuenta necesariamente una historia como en un cuento tradicional. Los estados circulares que se van concatenando por la acción de los actores permiten abordar distintos tiempos y espacios. La obra es casi como el cuento que le dio origen, no tiene necesariamente un final, pareciera que nunca termina. Manuel Santos Iñurrieta desde la dirección potenció los climas poéticos, épicos y afectivos que tiene la obra.
-LF: ¿Qué resonancias hicieron que situaras la obra en el último día de vida antes del secuestro? ¿Este hecho aparece en la obra siquiera como elucubración del personaje?
-Manuel Santos Iñurrieta: Esta es otra última noche posible, es un juego poético que nos permite imaginar a Conti hablando de la literatura y de la vida. Es una celebración a este enorme escritor, que apasionado sobre los temas del oficio de escribir y su sentido repasa momentos y pasajes de su obra.
-LF: A ambos: ¿Qué otros personajes intervienen y cómo juega su inclusión?
-JV: Los personajes no están tipificados. El escritor no está necesariamente caracterizado como si representara un estereotipo. Habla y dice como un escritor que expresa las poéticas de Haroldo Conti. Se parece a Conti en la medida que interpreta y dice textos poéticos asociados a la obra del autor de Mascaró, el cazador americano.
-MSI: Diana Kamen y Gabriela Perera juegan como las mujeres que inspiran al escritor, que lo asisten, que lo evocan, recuerdan y discuten; en suma, que constituyen nuestra aproximación a Conti. Gustavo Pardi y Kamen y Perera respectivamente trabajan los personajes desde una distancia crítica lo que les otorga otra dimensión a su función dentro de la escena, quiero decir arman y desarman la ficción a la vista del público.
-LF: Creo que no es la primera vez que trabajan juntos, ¿no?
-JV: En relación a una obra teatral, Manuel Santos Iñurrieta como director y yo como autor, es la primera vez que trabajamos juntos. Pero hace más de 20 años que trabajamos en la actividad artística literaria, tanto en Liber-Arte Bodega Cultural, como en el Centro Cultural de la Cooperación.
-MSI: Con Juano Villafañe me une una larga amistad por nuestro trabajo al frente de la dirección artística del Centro Cultural de la Cooperación. He trabajado con Juano en Poemas y canciones en la multitud, junto a Débora infante en 2019.
-LF: ¿Cómo sienten que se combinan sus respectivas miradas?
-JV: Yo siento que tenemos miradas complementarias. Manuel también ha trabajado sobre mi texto. Por mi parte también sugiero algunos temas referidos a la puesta en escena. Partimos ambos de que la obra se termina de escribir en el escenario. Todo aquello que se pueda corregir desde la acción teatral de los ensayos bienvenido sea. No creo que el texto deba ser inamovible.
-MSI: Es un gusto enorme trabajar con Juano ya que es un gran conocedor de la obra de Haroldo Conti, y también porque como intelectual, poeta y gestor cultural que es, todas las discusiones en torno a la obra se enriquecen.
-LF: Juano, ¿por qué pensás que Haroldo no sólo fue, sino que sigue siendo?
-JV: La obra de Haroldo Conti sigue teniendo total vigencia y más aún, creo que se ha potenciado con el tiempo. Un clásico de alguna forma termina también siendo moderno. Como pasa con muchos escritores argentinos como Roberto Arlt o Antonio De Benedetto. Abordaron otros imaginarios en otros tiempos y espacios, pero las llanuras del campo siguen allí, de la misma forma que circulan los ríos. Hay siempre un ser y un estar que se sigue proyectando, una metafísica, una ontología si se quiere nacional, que sigue bordeando los grandes centros urbanos y alimenta la vida poética de las ciudades. La balada del álamo Carolina o el cuento Todos los veranos relatan la vida en el campo o en el delta con estados literarios que hoy uno los puede vivir con la misma intensidad que cuando fueron escritos. Más aún, hace falta una literatura poética, una literatura del hombre en todas las circunstancias, más urbanas o menos urbanas. Además, Haroldo Conti proyecta una figura integral del intelectual, del escritor, del político.
-LF: ¿Quieren agregar alguna reflexión sobre la actualidad de Conti y su literatura en relación a la Argentina de estos momentos?
-MSI: Sí, creo que se actualiza en las discusiones sobre el cómo produce su obra el artista, y el vínculo del escritor, la obra y la sociedad en la que vive son discusiones de todos los tiempos. Hacer una obra como ésta hoy, una obra que celebra a Haroldo Conti también es decir que hay que comprometerse tanto con el oficio y la disciplina como con el mundo que nos rodea. Es negar la distopía, el nihilismo y los argumentos de clausura y derrota que quieren ser inoculados a la sociedad. Hablar de Conti es hablar de vida, de pasión, de compromiso político y transformador, es hablar pelear por realizar la utopía.
Ficha artístico técnica:
Dirección y puesta en escena: Manuel Santos Iñurrieta.
Texto Original: Juano Villafañe.
Trabajo dramatúrgico: Juano Villafañe con la colaboración de Manuel Santos Iñurrieta.
Intérpretes: Gustavo Pardi – Gabriela Perera – Diana Kamen.
Música Original: Pepo Migliori/Asistencia de Dirección: Marina García/Asistencia Técnica: Rodrigo Isequilla / Diseño de Iluminación: Horacio Novelle / Diseño de Vestuario: Alicia Gumá / Diseño de Escenografía: Diego Maroevic / Producción ejecutiva: Juan Gabriel Yacar / Fotografía: Gisela Romio/ Prensa: Daniel Franco / Diseño gráfico: Claudio Medin.
Agradecimientos a: Alejandra Conti y a sus hermanos Marcelo Conti y Ernesto Conti por habernos permitido trabajar con la obra de Haroldo Conti.