“Quiero aparecerlos”, es la enunciación firme del autor Gabriel Orge en su libro Latir y Revelar. Fotografía, Arte y Memoria.
Por Yael Noris Ferri*
(para La Tecl@ Eñe)
Transitaba un lunes de agosto del año 2017, cerraba el consultorio luego de una larga jornada. Mientras caminaba pensaba que la angustia no solo se respira en el consultorio, también se manifiesta en un pesado clima social. Las noticias anunciaban la oscura desaparición de un joven al que se le buscaba, su nombre era Santiago Maldonado. Fue visto por última vez el 1 de agosto en la provincia de Chubut, en medio de un violento desalojo que realizaron efectivos de Gendarmería Nacional, durante una protesta de organizaciones mapuches. ¿Dónde está Santiago? nos preguntamos, escribimos su nombre en los muros de las redes sociales. Seguía caminando, mi teléfono comenzaba a emitir las alertas de notificaciones. En barrio Cofico un artista estaba proyectando la fotografía de Santiago, en un muro ubicado entre las calles Bedoya y Roque Saénz Peña. Me emocionaba verlo “Apareciendo”, la gente que transitaba se detenía y sacaba fotografías, otros llevaban velas encendidas. Gabriel aparece a Santiago y es una pequeña sutura al dolor. En su libro narra: “Se enfría la tarde en la hora azul, escasea el color cuando llega la noche. La oscuridad no es ciega, revela lo que el día esconde. Entonces proyecto una ausencia, la encuadro sobre la costura de hormigón o en la textura del follaje. Ahí mismo sobre el terreno del dolor no hay olvido. Instalo el recuerdo que echa luz sobre las sombras. Me emociono siempre, repito el gesto una y otra vez. Es análogo, analógico, mágico, revelar para que aparezca”. Su proyecto “Apareciendo” nace un 18 de setiembre de 2014 a ocho años de la segunda desaparición de Julio López. En su taller, Gabriel giró el proyector hacia la ventana de su departamento “y el rostro de Julio López ocupó el vacío de la medianera de enfrente”.
El arte del libro es una fusión de sus recuerdos de infancia, sus marcas y la obra que crea, cada vez. En el capítulo denominado “El golpe”, el artista transmite a sus lectores: “Repetí el gesto de proyectarlo en la barranca de Ctalamochita. Entreverado en las moras y sauces costeros apareció Julio, ahí mismo donde floté por primera vez”. El recuerdo de un tío, dos mujeres, el dolor y un río de donde es oriundo, hicieron flotar también a Julio López. Los pasajes del libro poseen el registro testimonial de cómo se arma la obra. Su trabajo de investigación, las lecturas, conocer al ausente, las entrevistas y el valor de la estética brillan en el libro. Su escritura late también con el arte de fotografiar, una forma de escribir con imágenes, ”hilvanar”, como dice el autor. Juega con hilos, el recuerdo del nombre de su abuelo Ángel, panadero y artesano del cuero, trae una enseñanza, trenzar con hilos. Su obra será como lo relata: hacer aparecer a 17 jóvenes desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado en la ciudad de Rafaela con el tiempo necesario para trenzar los hilos y armar una estructura. Destaco mi subrayado en el testimonio de Gabriel: “sobre los hilos van apareciendo los retratos de los diecisiete jóvenes. La proyección de sus rostros arroja luz sobre la trama de la historia que nos toca deshilvanar.”
Recuerdo a Martín Kohan cuando se pregunta si la memoria es transferible y qué función ocupa el recuerdo. Para ello escribe un libro con sus “Me acuerdo”. Gabriel Orge, apareciendo recuerda, hace justicia y arma memoria colectiva. Habitantes de pueblos originarios, hombres y mujeres desaparecidos por el terrorismo de Estado, pibes víctimas del gatillo fácil, judíos, todos aparecen y el artista instala sus nombres como un ritual redentor. Uno a uno les devuelve su identidad.
El lector encontrará en este libro una libreta de viaje, la belleza de sus obras y su palabra abierta a la vida dando testimonio. Finalmente, dejo aquí un poema que está invisible en el libro, en un encuentro instantáneo, contingente, en la cárcel de Miguelete, Uruguay. Allí, un editor y el artista intercambian otro libro, cuando todavía éste no había sido escrito. El libro en cuestión se llama Cielo libre. Imaginar la libertad, poemas de presos políticos de José Luis Tagliaferro autor, y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. Cristian Mirra Ilustrador. Editado por Valore italiano Lilamé.2016.
Finalizo esta reseña con un poema de sus páginas.
“He perdido los ojos por no verte
y mi boca es un vacío sin tu nombre
y mi mano toca piedra inerte
espera la caricia que la asombra
y el silencio es muralla que se yergue
y perduro, pues solo soy, un hombre.
Me ofrecen un cielo de parcelas
un cielo para mí sin horizontes
y una cruz señalada por estrellas
hace latir mi pecho por su norte.
Desconozco las voces que me acechan
y resisto y crezco cada golpe”.
Acerca del autor de Latir y Revelar. Fotografía, Arte y Memoria, Editorial Lote 11.
Gabriel Orge nació en Bell Ville, provincia de Córdoba. Es fotógrafo, docente, artista visual. Desde el año 2000 coordina el proyecto Manifiesto Alegría, taller de experimentación orientado a la producción y formación en torno a la fotografía contemporánea. Recibió distintos premios y becas, entre ellos el 1er Premio adquisición del Salón Nacional de Artes Visuales 2015 con la obra Apareciendo a López en el río Ctalamochita. Latir y Revelar. Fotografía, Arte y Memoria recibió una mención especial por parte del jurado del Premio Burnichon al libro mejor editado en Córdoba (2022/2023).
Córdoba, 30 de diciembre de 2023.
*Psicoanalista en la ciudad de Córdoba. Adherente al C.I.E.C, asociado al Campo Freudiano. Escribe y publica en revistas literarias y de cultura.