La agenda de derechas no se extiende tan solo por el mundo de la Libertad Avanza. Jorge Alemán enumera algunas cuestiones del panorama político nacional en torno a la extrema derecha del gobierno de Milei.
Por Jorge Alemán*
(para La Tecl@ Eñe)
La agenda de derechas no se extiende tan solo por el mundo de la Libertad Avanza. Dejando de lado la eterna claudicación de los radicales argentinos, salvo honrosas excepciones, enumero otras cuestiones:
1) Existen en Argentina algunas corrientes que se dicen a sí mismas peronistas que ponen el grito en el cielo si uso la palabra fascismo. Como si el término no se hubiese autonomizado de sus emergencias históricas tal como sucedió con otras formaciones políticas.
Pero lo increíble es que se creen, o dicen creer, el anarquismo de Milei, y que está por tanto contra el Estado. Por el contrario, el proyecto del supuesto libertario es una apropiación del Estado con fines financieros y represivos.
El fascismo histórico, en todas sus versiones, fue un invento de las clases dominantes para frenar los procesos revolucionarios que comenzaban a darse en los trabajadores. El actual fascismo es neoliberalismo oligárquico más estado policial.
2) A algunos autoproclamados peronistas les molesta llamar ultraderechista o facho al engendro porque dicen creer en su anarquismo. Como si no fuera ya suficiente con la transformación represiva del Estado que se está desplegando.
Incluso llaman y tratan a dos oligarcas como Trump y Putin compañeros peronistas, y muestran (como el presidente) aversión a China. Y siempre agraviando a Cristina y a Axel.
3) Otros afirman que hay que arreglar con algunos aspectos de la Ley Base para el gobierno «que venga después”. ¿De verdad? Este sentido corporativo de la política ofende a la mejor tradición de lucha del peronismo.
4) Otros creen que el apoyo incondicional a Axel, auténtico heredero de Cristina es contrariar al kirchnerismo. Qué quedará de aquello de «Primero la Patria… “
5) Otros, psicoanalistas en este caso, piensan que la masacre de Gaza se explica sólo con la pulsión de muerte, y llaman a los lacanianos a una » acción analítica » para detenerla. Un disparate megalómano como cuando se pensó que a Lepen la frenaron los foros lacanianos de París.
Ahora, equivalente con esto, están aquellos que creen que el reconocimiento del Estado palestino por parte de Pedro Sánchez es un acto «antisemita». Con esto, la ultraderecha europea coincide lamentablemente con algunos lacanianos.
6) Otros, antagonizan con la socialdemocracia (como si todavía existiera) para luego recordar que están a favor de la alianza Capital-Trabajo. ¿Entonces? Qué cosa era la Socialdemocracia sino esa alianza y que funcionó sólo después de la segunda guerra.
Y luego, sospechosamente, a estos peronistas hispánicos-católicos, no les gusta que se llame a Vox de ultraderechas porque no hay “izquierdas y derechas “.
Y, además, versión increíble, ¿el fascismo no era cipayo?
Madrid, 25 de mayo de 2024.
*Psicoanalista, escritor y poeta.
6 Comments
Brillante como siempre, dilucidando nuestra realidad política actual. Para algunos, ayuda y acompaña a pensar.
Gracias por tanto.
Excelente!
No encuentro definición más abarctiva y concluyente!
El llamado «lacanismo»(de Europa y América) en general no rescata científicamente ni los seminarios, ni lo más subversivo de Lacan. Se trata una asimilación absoluta (gracias a la deformación enciclopédica de Jaques Miller) a la «religión freudiana». Es muy poco probable que el discurso psicoanalítico, en mi humilde opinión (mucho menos el psicológico conductual) coadyuven a la construcción de un saber que implique un cambio en las relaciones del capitalismo financiero. Llamo «Milei» al representante más representativo de la bronca, indignación, descreimiento, injusticia social, el descreimiento ignorante, la sociedad hastiada, la democracia enferma, la estética por encima de la ética, la izquierda delirante y la derecha suicida, etc etc… en la que vivo en Argentina desde que nací. (72 años) Gracias Jorge.
Es que las categorías izquierda y derecha o capital y trabajo poco dicen sobre los procesos económicos y políticos mundiales. Es un nivel de conceptualización que sirve para pequeñas porciones de lo observable.
Es como querer comprender el fenómeno de la vida con los conceptos que nos provee la física cuántica. Como si las propiedades de las moléculas y las células se pudieran derivar de los átomos.
Hago una analogía (no validante) para ilustrar el punto.
Las propiedades en el nivel celular son diferentes a las del nivel molecular y atómico, aunque estos últimos estén contenidas en el primero. «No es lo mismo» un átomo de una roca que el de mi cuerpo, aunque sean el mismo.
No se puede deducir la realidad argentina ni mundial desde el capital o el trabajo, la izquierda o la derecha. Existen multitud de combinaciones que dan lugar a propiedades diferentes.
Creo que hace falta teorizar y mucho. Pero no en el sentido de circular y recircular por los marcos teóricos existentes o conocidos, sino en el sentido más fundante de generar hipótesis, aunque sean arriesgadas y vayan, en principio, contra el sentido común.
Ningún conocimiento avanza a partir de lo conocido. Lo conocido es el contexto donde deben emerger los nuevos significados. Y no hay nuevos significados sin rupturas.
El compañero Alemán no puede desprenderse de su visión eurocéntrica y acusa livianamente al presidente de Rusia de oligarca, precisamente a quien recientemente gano las elecciones presidenciales por una ventaja abrumadora y si estudiara un poco la historia reciente de la Federación de Rusia, se informaría que fue Putin quien acabo con el dominio de los oligarcas encumbrados por Borís Yeltsin y rescato al país de la fragmentación y la desintegración y quizás salvo a la humanidad de una catástrofe nuclear, que podría haber ocurrido si colapsaba el estado ruso y su control sobre los arsenales nucleares. Hoy Rusia se repuso completamente de la desintegración de la Unión Soviética y contribuye centralmente, junto a China, un nuevo orden mundial multipolar, más democrático, respetuoso de las soberanías nacionales con relaciones comerciales y financieras equitativas. Y por si todo esto fuera poco, derrota militarmente a la OTAN, hace crecer su producción, moderniza su infraestructura y entramado industrial, diversifica su producción, desarrolla nuevas tecnologías en todas las disciplinas, disminuye la desocupación, aumentan los salarios reales, sustituye importaciones, la moneda es estable, la inflación es baja, la deuda externa es pequeña y tiene superávit comercial, todo esto en medio de una guerra contra los 29 países de la OTAN y con sanciones inéditas en la historia hasta en sus expresiones culturales y deportivas. Dona cereales y fertilizantes a países Africanos con crisis alimentarias, transfiere tecnología , financia y construye emprendimientos de energia nuclear en paises de America Latina y Africa como Bolivia y Egipto.
Tal cual Alberto. Pero para conocer eso hay que salir de ciertas burbujas informativas. A nosotros los argentinos nos cuesta horrores salir de nuestras burbujas informativas, teóricas, ideológicas, etc.
Para entender lo que pasa en el mundo hoy se necesita una teoría mucho mejor que el marxismo y sus variantes.
Las «clases dominantes» no son locales, ni siquiera en EE.UU o Europa Occidental. Son oligarquías que controlan plataformas de poder económico, financiero, tecnológico, mediático y militar y se usan globalmente
Esto es mucho más que la contradicción capital/trabajo o izquierda/derecha.
Hay que teorizar mucho y animarse a dejar ir a la mayor parte de la hojarasca y poner nuevas bases de pensamiento.
La falta de comprensión y entendimiento de la realidad lleva a errores políticos garrafales. Por ej. el de haber caracterizado al peronismo inaugural como fascista y nazi. Esto lo hicieron con toda normalidad gente de la izquierda y el progresismo de aquellos tiempos.
Por eso hay que afinar mucho el marco teórico y animarse a romper con mucho de lo que generalmente se da por sentado o se repite sin pensar.