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Poéticas de la cuestión mapuche – Por Vicente Zito Lema

NO AL DESALOJO DEL

            LOF LAFKEN WINKUL MAPU

   TERRITORIO MAPUCHE

                  

                             Pienso en Rafael Nahuel, muerto a tiros

                                  por la espalda por gendarmería nacional  

  en el año 2017.                   

                        Recuerdo a mi amigo el historiador y

                                       escritor Osvaldo Bayer (“era un alma noble”,

          me dijo una mujer mapuche.)

La muy magna ley dice… las leyes siempre dicen,

con lenguaje de perros…

(¡Esos aullidos / rompen la noche! ¡Chillan los ahogados!

¡Pobre la menguante luna! / ¿O ya no escucha?)

O sea que el Estado debe…

Haya o no haya ángeles desnudos con los ojos

abiertos sobre las nubes absolutas / allí en los cristales

humeantes del ciego cielo… / digamos la bóveda celeste /

 

La ley, la muy magna, manda / promete…

Desde su violenta legalidad / con sus dientes de piedra /

así es su naturaleza…

Lo que a continuación

transcribo / pongo y fecho:

          Artículo 75, inciso 17, Constitución Nacional

          (Reforma de 1994)

          “Reconocer la preexistencia étnica y cultural

           de los pueblos indígenas argentinos.

           Garantizar el respeto a su identidad y el derecho

           a una educación bilingüe e intercultural.

           Reconocer la personería jurídica de sus comunidades

           y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras

           que tradicionalmente ocupan.

           Regular la entrega de otras aptas y suficientes para el

           desarrollo humano.

           Ninguna de ellas sería enajenable, transmisible ni

           susceptible de gravámenes o embargos.”

 

Y aquí la memoria de la ley (otra ley, siempre hay otra ley)

decía:

            Artículo 67, inciso 15 de la Constitución de 1853,

           “Proveer a la seguridad de las fronteras; conservar

           el trato pacífico con los indios, y promover la conversión

           de ellos al catolicismo”.

(¡Mierda! ¡Bocaza para la palabra de los nuevos dioses!)

 

Allá las leyes, las viejas y las nuevas…

Aquí, poesía mapuche de la verdad y sin olvido… (Belleza

en los umbrales de tanto dolor / cuando el dolor

es delirio… anuncio)

          “Si hablaran los hualles solitarios / en los campos /

          se reventaría el lápiz escribiendo / la tinta correría

          por las hojas / como corrió la sangre y lágrimas /

          de los otros árboles muertos / en la guerra que

          llamaron pacificación …”

 

Yo también puedo decir lo que pasó

Lo que se escribió con sangre sobre los cuerpos

Léase: ¡quemen sus cuerpos / quemen sus almas / quemen sus dioses!

(¡Aleluya! ¡Gloria inmaculada!)

Ya ven, la ley dice esto y aquello

con argucias,

dulzuras y mamporros

bombos y platillos

To be o not to be

Kaput o no kaput

Es fea la lengua del poder…

¿Quién escribe la ley, sabe de Virgilio…?

          Dar un paso atrás y volver a ver el cielo /

          ¡Eso sí que es tarea y empeño difícil!

 

Lo que la ley de la realidad para el pueblo mapuche dice

es terrible, mucho y de muerte, apesta… se cuela

por adentro y por afuera…

lleva siglos… y poco tiene que ver

con la lengua de música

de la gente de la tierra.

Ellos dicen:

         Küpa rungalngefuiñ,

         Kimuñmangelafuiñ rume taiñ füngefel

         Intentaron enterrarnos sin saber

         que éramos semilla

 

Aquí, en este mundo donde los cielos dan miedo,

lo que avanza como sombra / manada del espanto

pisoteando al que cae, ¡a guadañazos las cabezas!

lo que corre por los cielos / pajonales / riachos y alcantarillas /

es la lengua oscura / mafiosa / perversa /

del Poder, fea lengua (A la mona / aunque la vistan de seda /

mona es y fea queda)

Lengua del ayer y del hoy (¡oh maldita / execrable hambre de oro!)

son las voces, esas palabras, esos concretos intereses

que se esconden, a veces,

o se desnudan, otras más veces (persisten como la lluvia

de la primera peste…)

Esas oraciones del pro nobis / in dubio pro reo / cánticos celestiales /

encíclicas / bulas papales / tratados de Tordecillas /

Leyes de indias / ordenanzas / sentencias / mandatos…

de los dioses / iglesias/ reyes / virreyes / adelantados / encomenderos /

presidentes / gobernadores / jueces / fiscales / intendentes / legisladores /

interventores…

Que nos recuerdan, nos hacen recordar para compensar tanta bajeza

otra vez la maldición poética:

         Aunque tuviera cien bocas y mil lenguas,

         y mi voz fuera de hierro,

         no podría enumerar

         todas las formas del crimen

 

Ah, las leyes, esas actas mortuorias, esos códices forenses…

Esta peste que se nos

mete en el azul del aire… (¡No te toques las carnes!

                                               ¡Que el entierro sea sin duelo!)

Ah, esos aprendizajes a palos… Esos cuerpos

tratados como muertos, o espectros, sin bocas,

o pensados como niños,

respirando bajo la tierra,

respirando dentro del agua,

la gente mapuche resiste:

          ¡Marri Chiwen!

         ¡Inkayaiñ taiñ mapu!

         ¡Diez veces venceremos!

         ¡Defendamos nuestra tierra!

        

Los cuerpos mapuches saben

¡Ah, pocos se imaginan lo que un cuerpo

perseguido sabe!

Saben del espíritu de la vida

Como parte precisa que son del orden

absoluto del universo…

De la armonía perfecta… / Dónde

no es pensable el mal…

¡Ah, esos cuerpos de fino oído

para los signos de la buenaventura!

Ah, esos cuerpos en la perpetua vigilia,

perseguidos a la luz del día… (¡El alba puede ser terrible!)

Desvelados / vigilantes

en la precaria paz de la noche… (¡Soplos! ¡Soplos!)

 

Ah, esos cuerpos en la tierra humillada,

en la diosa humillada / que nadie humilla

Aunque la humillen… ¿Cómo se humilla

el cuerpo de una estrella…? ¡Se sacrifica!

 

Ah, el cuerpo del pueblo mapuche

en la tierra de los cielos sin fin / del

espíritu sin fin /

Armonía sin fin…

Perpetuas… perpetuas… ¡Músicas!

¡Músicas en las trutrucas y el kultrun!

 

¿Quien inició la persecución, el desmadre

de las aguas, sabía…?

¿Atisbó el universo quebrado?

¿Puso fecha y firma a la ruptura

del horizonte?

¿O todo fue mórbido, banal y simple… /

grueso / vulgar / y en la puerta

del infierno apenas profano…?

 

Allí los vientos, el viejo dios Eolo en danza continua,

Más que nada ebrio… ¡De aquí para allá!

                                         ¡De allá para donde…!

Y después los cielos, tal vez ajenos…

O mejor: comprensivos… Apenas llegando…

Como el suspiro asombrado de las almas…

Como esa arenilla que ayer mismo fue

el tacto que susurra en una mano…

 

Y en vuelta campana rotunda / absoluta

Sin tiempo para despedidas ni promesas amantes… Allí…

¡Ah, esos cantos… mapuches

 

         Rume Ayiwvn Chegeafun, piwvn

         Welu chumgechi kay,

         eymi-kamapu-gvmaleymi?

         Podría ser inmensamente feliz, me digo

         ¿Pero cómo,

         si tú-lejana-estás llorando…?

 

Ah, qué lejos el lenguaje de dulzuras…

Aquí las cosas de la tierra…

No digo vulgares…

Digo pervertidas / alienadas / fuera de sí /

Con la lengua hecha un trapo sucio / con la lengua avara…

Se nombran las cosas / las cosas de la tierra / las móviles  y las inmóviles

Como fruto sagrado, no…

Para el uso amoroso, no…

Lo que va y va / lo que avanza…

Al galope del veneno… / al galope del incendio…

Se impone / se glorifica / se vuelve legal / potente más que un sol

Se santifica como tributo para el nuevo Dios /

Son sus santas y terrenales leyes civiles y penales…

(¡Vaya con los códigos! / ¡depósito de la gran basura!)

Es la bala maleva por la espalda

Es la propiedad del alambrado

El título purificado en las escribanías

De las beatas del infierno

¡Peste y memoria!

¡Acude poesía para limpiar las lenguas!

¡Tu mano Virgilio! ¡Tu golpe kultrún!

 

De ahí en más de la gran matanza…

Sin que los cielos hubieran cedido un palmo

de su fermosura y ajena impiedad

A los cuerpos mapuches a palos y a fusiles y a oraciones

con hambre / rencor / desprecio / fobia (¡vaya palabrucha,

la muy antigua!)

se los echa de la vida, de la urbi y de la orbi

           ¡out / fuera!

           ¡como gatos!

como inmunda pobreza

se los despoja de la vida… (¡Aquí no hay existencia…

rocío… luna que valga, aunque tenga fuego!)

 

De ahí en más, haya sequías o la bendita lluvia

La tierra amada / la tan santa…

Se degrada / se envilece

Como la sombra del ser envilecido

(¡El ente no es ni siquiera sombra! / ¡quién habita el hueco!

¡quién lo habita!)

Hay un paso (hay miles de pasos…)

De pura materia a corrupción material de la existencia

De  valor de uso a maldito valor de cambio

De renta de amores a rentas de usura

Mercancía / brillo / celofán / consumo /

negocios son negocios / business is business /

lucros son lucros / interés compuesto /

las deudas se pagan con libras de carne / riqueza es

tam-tam de la muerte (¡fúnebre el kultrún!)

 

Aquí, ante nuestros ojos, aquí…

En la orilla sur de la tierra mapuche

en su puerto de silencio para navegar

por el río eterno

por esa agua que ya fue montaña y después murmullo

hay una lengua del dolor que no muestra fin,

que no augura retorno (¡no hay señales de humo

que valgan!)

Aquí hay cuerpos que saben

Un alma es muchedumbre que canta y canta /

que pía y pía…

La lengua es la belleza de las criaturas en la tierra…

No hay despedida que lo impida

Ni cenizas que lo priven de lo eterno

La voz mapuche dice:

        

         Iñchiñ pu fütakecheyem ñi

         Newen nieñ tüfachi mapu mew

         Nosotros tenemos la fuerza de nuestros

         Ancestros en esta tierra

 

Yo escucho sus voces

Ellos fueron tierra, ellos fueron vida, antes que el desierto

y el viento fueron belleza,

antes que el infierno de estos días

al que fácil se entra y difícil se sale.

 

¿No es cuestión de la poesía escuchar las voces…?

 

Yo escucho, como de niño, ya soy viejo para entrar en lágrimas….

Yo anoto las voces de los vivos y de los muertos… del pueblo mapuche

Yo escucho…

También seré viento… en el sur… dicen…

Con suerte una nube… allá lejos, allá lejos…

 

Vicente Zito Lema, 25 noviembre de 2020

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