Hacia la memificación del mundo.
El elemento más novedoso de la derecha argentina del Siglo XXI quizá sea, según el autor de la nota, su renovado afán por la ignorancia, el deseo de no saber y su obsesión por el desvarío y el frenesí. Una derecha que utilizó todas las herramientas a su alcance y trabajó pacientemente hasta horadar e incluso desmoronar todos los cimientos del sistema democrático.
Por Claudio Véliz*
(para La Tecl@ Eñe)
Podríamos definir al neoliberalismo argentino del siglo XXI como: económicamente ultraliberal, políticamente autoritario y moralmente conservador. Conjuga, de un modo nada extraño, un espíritu emprendedor (en tanto ensimismamiento auto-responsable), un punitivismo radical (como exigencia del sacrificio propio y del castigo hacia los otros) y una reticencia enconada contra cualquier alteración de los lazos familiares, vinculares o comunitarios, sacralizados por la tradición de los vencedores. En síntesis: absoluta libertad de mercado, disposición al sacrificio, castigo a los responsables y/o beneficiarios del “despilfarro” y los controles intervencionistas, extrema hostilidad hacia marginales, morochos, diversidades, minorías, migrantes de piel curtida. Ciertamente, para que fuera posible semejante amalgama mortífera, también resultaron determinantes otros dos factores estrechamente vinculados: la mediatización y virtualización de todas las prácticas y los vínculos sociales, y la constitución de un universo ficcional signado por el delirio y el disparate.
Voceros de un partido centenario rasgándose las vestiduras y ofreciéndose como verdaderos escudos humanos para proteger el patrimonio de los más ricos; trabajadores informales militando el triunfo de quienes prometen mayor precarización; jóvenes desamparados enarbolando propuestas que auguran una mayor desolación; víctimas de la violencia securitaria exigiendo mano dura contra quienes se cayeron del sistema; un desfile de descamisados al grito de: “La vida por Galperín”, “La patria es Paolo Rocca”. Hace apenas una década, semejante distopía hubiese resultado inimaginable, aunque algunos de sus contornos habían comenzado a insinuarse tras el triunfo parlamentario de las multinacionales agroexportadoras, en 2008.
Quizá el elemento más novedoso de nuestra derecha vernácula, otrora burlona de las alpargatas y la quema del parquet, sea su renovado afán por la ignorancia, su (anti-kantiano) deseo de no saber, su obsesión por el desvarío y el frenesí. Una turba enloquecida y ávida de lawfare y ficción mediática, elcirco sin pan de este tiempo huérfano de prosa, de palabra política, de palabra. Una neolengua memificada que consagra la victoria definitiva de la fórmula hueca, el eslogan estridente, la imagen arcaica vaciada de tiempo y de memoria. Orden, fuego y destrucción como únicas recetas para liberar al país de las hordas kirchneristas, paradójicamente sentenciadas por haber protagonizado los años felices. Del negacionismo a la reivindicación del genocidio, del curro de los derechos humanos a la furia ordenancista dispuesta a meter bala como único argumento.
La derecha utilizó todas las herramientas a su alcance y trabajó pacientemente hasta horadar e incluso desmoronar todos los cimientos del sistema democrático: la justicia, la institucionalidad, la discusión política, el patrimonio público, la soberanía, las políticas reparadoras, los derechos sociales y laborales. Claro que también se ocupó de defender, justificar o encubrir las ganancias siderales y las rentas extraordinarias de grandes empresarios, financistas, evasores, fugadores y formadores de precios. Una descomunal transferencia de recursos cuyas consecuencias inevitables fueron (y son): la precarización extrema del trabajo y la demolición de los salarios. Pero lo verdaderamente sorprendente de este despropósito es que al cabo de dicha depredación y de semejante saqueo, sus beneficiarios lograron canalizar electoralmente esas mismas frustraciones e insatisfacciones que habían propiciado.
Endeudado, saboteado, golpeado por la pandemia, la guerra y la sequía, aturdido por la avidez arrolladora del gran capital, el gobierno popular no pudo o no supo evitar que la balanza se inclinara en favor de un puñado de millonarios que le declararon la guerra luego de acaparar todas las armas: los monopolios mediáticos, el poder judicial, las redes sociales, los diversos mecanismos de extorsión económica, la complicidad de los organismos financieros, el explícito servilismo de la oposición política. Esta alianza tan potente produjo millones de almas solitarias e hiperconectadas, burbujas cognitivas, relaciones mediatizadas, lenguajes empobrecidos, imágenes incendiarias, horcas y guillotinas, sacrificios y castigos, cárceles y persecuciones, y, por sobre todas las cosas, un enemigo interno responsable de todos los males, culpable por habernos permitido experimentar un tan imperdonable como muy cercano bienestar.
Así y solo así, en estas condiciones desoladoras, quienes serán arrasados por el extremo dentado de la motosierra se preparan para elegir, muy gozosos, a quienes manipulan el mango desde hace siglos. Esta máquina infernal nunca ha cesado de aniquilar o de ralear a aquellos espíritus pretenciosos que apenas aspiraban a ser contabilizados en las planillas de cálculo del sistema. El genocidio de los 70, el menemato de los 90 y el macrismo heredero de ambos pueden dar cuenta de este espanto, de uno u otro modo. Ojalá, esta vez, estemos a tiempo de salvar el pellejo.
Avellaneda, 26 de septiembre de 2023.
*El autor es sociólogo, docente e investigador (UNDAV-UBA), director general de cultura y extensión universitaria (UTN) / [email protected]
7 Comments
Excelente la nota de Claudio Veliz!¿Tendremos que describir el l actual momento como «Apocalipsis now»?
La Argentina atravesó tres catástrofes políticas en menos de 50 años, identificables con la sutilmente escatológica letra M: la Militar, la Menemista y la Macrista. La sociedad surgida de esas catástrofes, que atraviesa incluso y como si fuera poco la transición digital, parece aprestarse a la aventura con final cantado de una nueva M catástrofe: la Mileísta.
Otro esclarecedor artículo de Claudio Veliz.
Excelente artículo, lo comparto.
Gran artículo Claudio. Un abrazo!
Excelente análisis.
MAS CLARO ECHALE AGUA . Excelente , los que acumulamos años sabemos de estos vaivenes , película que se repite con distintos actores . Lamentablemente tal vez dura mi reflexión , (Las células cancerosas) , entran en los cuerpos sanos , que quiero decir, los infiltrados no solo ingresaron a nuestro movimiento . los medio pelos que recibieron , formación capacitación trabajo son los peores enemigos . Olvidan reniegan de sus orígenes , se convirtieron en CHIROLITAS serviles a los cantos de sirena , son los que horadan el tejido social . Por eso hay que duplicar el esfuerzo hacia la juventud sobre todo . L a clase política por lo menos los nuestros se olvidaron de los PLENARIOS donde no solo discutamos ideas , nos conocemos , no somos cómplices de aquellos que compran , voluntades a cambio de un magro sueldo. Lo peor los ponen en lugares de decisión , los veo maltratando a verdaderos , compañeros que caminan los territorios , ellos son el andamiaje , para que ellos estén en esos lugares . . LO PEOR DE TODO ES EL EGO . de los que se creen dueño del movimiento . Convirtiéndose en patrón de estancia . En fin me expreso de esta manera porque aun sigo peleando desde el territorio , tengo el inmenso orgullo de presidir un centro cultural donde , continuamos el camino que nos marco GERMAN ABDALA por eso lleva su nombre . Ademas acabamos de firmar un acuerdo con la Secretaria de CULTURA DE ATE NACIONAL . Esto molesta a quienes creen dominar el territorio . Si algo aprendí es a ser autónoma , nuestra Institución 13 DE JULIO GERMÁN ABDALA , es con y para la comunidad . Hoy mas que nunca tenemos el orgullo que los niños que pasaron por nuestra institución se convirtieron en jóvenes , que culminaron sus estudios secundarios a través de los FINES. MUCHOS DE ELLOS INGRESARON A LAS UNIVERSIDADES. Hoy mas que nunca, estamos convencidos como decia German «Los poderosos no necesitan de la política porque ya tienen el poder , ya sea a través del dinero , de las armas o de las corporaciones . El pueblo si necesita la política , porque es la única manera que tiene para construir poder y cambiar las cosas » » Es preferible intentar un camino autónomo , independiente , propio , que al principio sera tan doloroso como el otro , quizás , pero al final sera nuestro . Estamos construyendo nuestra nueva sociedad » German Abdala . Voy a cumplir 80 años los viví , no me lo contaron naci el 10 de noviembre de 1943 , padres que me inculcaron el amor a la Justicia , al trabajo al respeto . Hoy estoy esperando ansiosa defender mi tesina . No puedo pedir mas a la vida.
GRACIAS . por permitirme expresarme .