El académico Rocco Carbone disecciona, historiza y formula una propuesta frente al gobierno mileísta.
Por Jorge Pinedo*
(para La Tecl@ Eñe)
Ya nada es lo que era. El imperio del neoliberalismo globalizado girando a toda marcha en la rueda de la historia trastoca las categorías establecidas destinadas a dar cuenta de las realidades políticas. El socialismo terminó de derrumbarse entre los escombros del muro de Berlín. El peronismo atravesó distintas fases distanciándose de las prácticas efectivizadas en su génesis. El mismo capitalismo del siglo XX se diversifica en un monstruo mutante regido por la especulación financiera. Como no podía ser de otra manera, el arqueológico fascismo mussoliniano se recicla mediante alianzas con las mafias enquistadas en el poder real.
En semejante marco, el filósofo, docente, colaborador de El Cohete a la Luna e investigador instalado y comprometido con la Argentina desde hace dos décadas Rocco Carbone (Cosenza, 1975) suma su aporte al desplegar un manojo de herramientas conceptuales a fin de revitalizar la caracterización de la situación política actual. Formula un pensamientos sistemático como “una estrategia para la liberación y simultáneamente una pedagogía” histórica dotada “de espesura en el presente -para liberarnos de ese poder que se ubica en el corazón del gobierno de La Libertad Avanza”. Tarea que instala al fascismo en primer plano, en su condición de “modo de acción, de pensamiento, de poder, de ideología de la barbarie; un proyecto reaccionario disfrazado de revolucionario”. No está ausente en tales desarrollos la articulación con las prácticas mafiosas radiografiadas por el autor en múltiples ocasiones. Tampoco las alusiones literarias metafóricas cuya función didáctica parte desde el mismo título: Lanzallamas – Milei y el fascismo psicotizante, en alusión a las novelas de Roberto Arlt (Buenos Aires, 1900- 1942), precisamente Los siete locos (1929) y Los lanzallamas (1931).
Especifica el carácter “psicotizante” anunciado en el título del libro como efecto correlativo al “neoliberalismo zombi” acechante desde la retaguardia, en referencia al folclore haitiano (popularizado por el género terrorífico holywoodense) de los muertos vivos que atacan a los seres humanos (vivos) para reducirlos a su condición, “desafectados del tejido social y de los modos memoriosos de la politicidad nacional”. Globalización de la economía sumada al fascismo interno apuntan -señala Carbone- a la naturalización de una renovada fase de privatización: la estatalidad, entendida como “el gobierno desnudo del capital” sobre el aparato del Estado, las subjetividades singulares, el trabajo, los recursos naturales, en fin, todo espacio común. Marco general que requiere una mutación de las clases dominantes, alentadas por el coincidente desplazamiento del mayor articulador de la vida política nacional y popular: el peronismo (emancipador). Y ocupar su lugar. El fascismo que ocupa la escena contemporánea afecta el contacto del sujeto social con la realidad política, originando un discurso y una praxis configurados por dimensiones que chocan entre sí. Es, en este sentido, un poder psicotiozante”.
Tenaza lógica donde la otredad pierde todo lugar, contraria a la calidad democrática, disocia la condición clasista en nombre de una supuesta “superioridad estética y moral”, resignificación de los “valores de la raza” invocados por el fascismo arqueológico. Tras recorrer la función multiplicadora de los medios hegemónicos, las redes antisociales y su operatoria en la banalización del lenguaje, Carbone integra esos factores en la faena de “afectar las necesidades individuales y las sociales para sostener las necesidades económicas, que además son las propias de la criminalidad de los poderosos”. Corolario de tales dispositivos es una población inerme, carente de liderazgos (momentáneamente, augura), alienado en una fragilización de la solidaridad de clase, regulado por el sentido común de los sectores dominantes. En contrapartida, anuncia el autor que tamaño modelo ha de explotar “cuando -también- podamos interrumpir nuestra participación en la construcción de su sentido común”.
Idea inspiradora de referencia en ambas novelas de Roberto Arlt invocadas, el fascismo como locura colectiva emerge en forma manifiesta y hegemónica en la situación política nacional actual, asimismo como cobertura de otros mecanismos funcionales en lo latente. Por detrás, en segundo plano surge una “perversión del deseo gregario” promovido por el colosal aparato propagandístico, imponiendo “la realidad autoritaria (mesianismo incluido bajo la forma de la idolatría) de sus imposiciones políticas, contrarias a la condición democrática (popular)”. Contra esta avalancha en apariencia imparable, el autor propone una resistencia centrada en la idea de igualdad, “punto focal de acumulación, organización y despliegue” para la construcción de un poder centrado en los problemas vitales de las grandes mayorías. Y aumenta la apuesta: “… tal vez debería ser un nuevo partido político: de confluencia de las grandes fuerzas emancipatorias de tradición peronista y de izquierdas, de sensibiidad nacional y popular con audiencias.” En otros términos, una síntesis capaz de situar en el centro de la praxis política (semejante a como la expresaba John William Cooke) la cuestión del poder.
No sin compacta intensidad, Rocco Carbone formula un original análisis de los procedimientos de instalación y eventual permanencia del gobierno mileísta, la ausencia de reacción conjunta del campo nacional y popular, así como advierte de los dispositivos de cooptación ideológica para concluir en un proyecto de respuesta. Lanzallamas – Milei y el fascismo psicotizante, acude a una amplísima articulación de elementos descriptivos metafóricos conjugados con conceptos teóricos revisitados. Tanto las figuras alegóricas como las nociones sistemáticas no es improbable sean objeto de controversias, por más que las primeras resulten eficaces soportes de transmisión y las segundas resistan el trasvasamiento a categorías políticas. En toda ocasión, este flamante libro brinda un heterogéneo material reflexivo sin disimular pasión, compromiso y propuestas capaces de incidir en el universo de lo posible.
FICHA TÉCNICA
Lanzallamas – Milei y el fascismo psicotizante
Rocco Carbone
Buenos Aires, 2024
144 páginas
*Psicoanalista, antropólogo y crítico literario.