De la película El Beto Sánchez, del director Héctor Olivera, al síndrome de Estocolmo argentino y las venganzas del presidente Milei.
Por Hugo Presman*
(para La Tecl@ Eñe)
Jueves 23 de agosto de 1973. En la sección espectáculos de los diarios se anuncia la película argentina del director Héctor Olivera, con guion de Ricardo Talesnik y con un elenco estelar donde Pepe Soriano representaba al Beto Sánchez, junto a Irma Roy, China Zorrilla, Héctor Alterio, Alicia Bruzzo, Pablo Alarcón y Federico Luppi. Los diarios ese día informaban que “Visitaron a la Segunda Brigada Aérea Ángel Federico Robledo (Ministro de Defensa) y Héctor Fautario (Comandante de la Fuerza Aérea); “Deliberación del gabinete del Presidente Raúl Alberto Lastiri”; “Anteproyecto del sistema integral de salud”; “Impuesto a la venta de automotores”; “Acto de recordación por los muertos de Trelew”. En política internacional se consignaba: “Chile: Graves cargos se hicieron a Salvador Allende. Diputado afirmó que se quebrantó el orden legal y que las Fuerzas Armadas deben restablecerlo”; “Nueva misión de Kissinger”.
Ese día, muy lejos, en Estocolmo sucedía un hecho con el cual se denominaría un síndrome. Jan Erik Olsson entró al Banco de Crédito con una valija y disparó al techo. Tomó cuatro empleados como rehenes, después de herir a un policía, y los liberó ilesos seis días más tarde. Sus exigencias fueron: una gran cantidad de dinero, un auto y que le entregaran a Clark Olofsson, uno de los criminales más peligrosos de Suecia, que en ese momento estaba en la cárcel. La policía cumplió uno de los deseos de Olssony le permitió el ingreso a Olofsson, quien rápidamente se hizo cargo de la situación. El buen trato de Olfsson con los rehenes creó un clima muy particular, más cuando la policía intento varias veces entrar y fueron rechazados, por lo que los secuestrados se sintieron más seguros con los secuestrados que con la policía. Kristin Enmark -que en ese entonces tenía 23 años- era una de las rehenes, y poco a poco comenzó a considerar a Oloffson como un amigo. «Me acogió bajo su manto protector y me decía: ‘Nada te va a pasar'», contó Enmark años después a la BBC. Incluso le cortó el teléfono al Primer Ministro Olof Palme que intentó mediar.
Aquel jueves 23 de agosto se estaba a un mes del rotundo triunfo de la formula Perón-Perón el 23 de septiembre y a treinta y dos días del asesinato de José Ignacio Rucci.
Casi tres años antes, un 22 de octubre de 1970, había nacido en Buenos Aires Javier Gerardo Milei, hijo de Norberto Horacio Milei y Alicia Luján Lucich.
En un punto, se juntan en cincuenta años, la película de Olivera, las venganzas de Milei y el Síndrome de Estocolmo.
LAS VENGANZAS DEL BETO SÁNCHEZ
La muerte de su padre en un hospital, decide al Beto Sánchez a vengarse de aquellos que para él son culpables de los malos momentos en su vida: su maestra de primaria, su amigo de la infancia, su primera novia, su superior en el servicio militar y el jefe de su primer trabajo. Se encuentra con cada uno, les recuerda el bullying del que fue objeto y en la película los va eliminando. En la ficción, el Beto no aspira ni llega a Presidente.
LAS VENGANZAS DEL BETO MILEI (1)
Su primer trabajo fue una pasantía en el Banco Central cuando era estudiante. El dato había permanecido oculto hasta que lo reveló el periodista Alejandro Bercovich. Este es su relato: «Me puse a chequear el dato. Primero en el Banco Central y luego un economista del PRO me dijo que Milei hizo una pasantía hace 30 años. Entonces me pregunté por qué lo había ocultado (…) Cuando tuve tres fuentes me animé a decírselos, pero me hizo ruido no tener la fecha exacta… Me dijeron que podía hacer un pedido para revisar los archivos del BCRA porque hay una ley de acceso a la información. Hice el pedido pensando que iba a salir en 2024 con suerte. Sin embargo, dos días antes de la primera vuelta obtuve una respuesta oficial, que es esta: ‘de conformidad con la documentación en el área de recursos humanos se celebró un convenio de pasantía no rentada, que se extendió por seis meses desde el 22 de diciembre de 1992 hasta el 22 de junio de 1993… Lo que no había eran motivos y seguí indagando. Logré dar con dos razones aparentes. Al término de pasantías se pedía un informe a los jefes de los pasantes y ellos eran los que recomendaban la prórroga de la misma o la contratación en planta permanente. Estos informes no son psicotécnicos, no existía en ese momento… En los dos cuestionan la capacidad y la formación de Javier Milei, que era estudiante del último año de la carrera. Que un jefe hable de una formación deficiente de un joven profesional, equivale enviarlo al principio. Lo más saliente que dice es que Milei no sabía inglés. No es un delito que no le hayan renovado ni que no supiera inglés. Lo que sí es relevante es que lo haya ocultado. ¿Por qué? Porque Milei estructuró toda su campaña alrededor al Banco Central».
La venganza del Beto Milei: el Banco Central es el culpable de la emisión monetaria y por lo tanto de la inflación en su concepción monetarista, por lo tanto, lo que corresponde, junto a lo más grave, el haberle formulado una lapidaria critica al estudiante Milei, es dinamitarlo.
Como la mentira es su artilugio más usado, cuando en el debate Sergio Massa le preguntó por qué no le habían renovado la pasantía, el actual presidente contestó: «Un carpetazo de servicios de inteligencia porque es información privada».
Su primer trabajo, ya recibido, fue en el Estudio Económico-Financiero Miguel Ángel Broda y Asociados fundado en 1983. Las dos versiones de su alejamiento las cuenta el periodista Ernesto Tenembaum que está escribiendo un libro sobre el libertariano: “Broda lo echó porque Milei se peleaba con otros economistas, como su hija, o Milei dio el portazo porque Broda no le daba el lugar que él creía que merecía”. Infobae 19-05-2024.
La venganza tardaría en llegar, ya siendo presidente. En su stand up en la Fundación Libertad lo criticó sin mencionarlo junto a otros economistas del establishment y lo englobó entre los chantas bien pagos que hacen análisis berretas. Mas allá de su objetivo de venganza, las críticas que le dispensa Milei a los economistas del establishment de los que él forma parte, es acertada. Una puntualización que reúne, sin proponérselo, la doble condición de crítica y autocrítica porque son infalibles en sus pronósticos erróneos.
Más adelante, fue docente, como ayudante, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. El economista, historiador, psicólogo e investigador del Conicet, Julián Zícari, contó al canal IP, que en su época de estudiante tuvo como profesor a Javier Milei en su paso por la Universidad de Buenos Aires en la materia “Dinero, crédito y bancos”. “Hay un dato llamativo, es que él era ayudante en la UBA, no cobraba, era ayudante ad honorem y cuando le preguntábamos por eso, él decía que iba por el prestigio que tenía la UBA”, rememora Zícari. Muchos años después falsificó su currículum en la solapa de su libro “El camino del libertario” publicado en España y retirado luego del mercado por la Editorial Planeta, donde aparecía como Licenciado en Economía egresado de la Universidad de Buenos Aires.
Julian Zícari, Doctor en Ciencias Sociales, autor de “Crisis Económicas Argentinas, “Camino al colapso. Como llegamos al 2001”, “Rap de vida de un pibe chorro”, la compilación de “República Mercado Libre”, al recordarlo como docente tiene una opinión lapidaria: “Él tuvo varias denuncias en la UBA por maltrato a alumnos. Yo cuando le hice la primera pregunta en la primera clase en que lo conocí, que fue una pregunta muy inocente,me entró a gritar acá en la cara, desaforado, como lo solemos ver en los videos, que yo era un pelotudo, que era un imbécil de mierda, que al otro día todos iban a tener un examen por mí culpa, por culpa de ignorantes como yo”. Terminó la Facultad prescindiendo de los servicios del hoy Presidente.
La venganza llegaría muchos años después, ya presidente, enfocando sus cañones contra la Universidades Públicas, ahogándolas presupuestariamente.Afirmó: “La disonancia cognitiva que generó el lavado de cerebro en la educación pública es tremendo… los salamines hipócritas y mentirosos que niegan adoctrinamiento y persecución pero que casualmente son enemigos de las ideas de la libertad. Hay diversidad sí, salvo que tengas la pésima idea de querer ser liberal”.
En su exposición enIEFA Latam Fórum, Milei apuntó con mentiras, basadas en rencores añejados, contra la Facultad de Ciencias Económicas, “por los autores nefastos que se leen, si preguntan ahí por quién es Ludwig Von Mises, les van a decir que es el 9 de Holanda, pero al empobrecedor de Marx si lo conocen».
Fue apodado “EL LOCO” en todas las etapas de su vida. Sufrió bullying en su casa, con palizas demoledoras, en el colegio, en el futbol, en los trabajos. Nunca fue reconocido como un referente económico. Por eso sus exposiciones con citas de autores marginales intentan más que llegar al que escucha, exhibir un presunto vasto saber, reducido a cuatro páginas de Word a doble espacio, con un desprecio por la veracidad de los datos y un amor al plagio tan desmesurado como todo en él. El tirar cifras sin citar fuentes es uno de sus rasgos distintivos. Insuperable es su conocimiento del PBI mundial desde el nacimiento de Jesús hasta el año 1800.
La venganza está implícita en todos sus actos. Si fue un desconocido roquero, se sintió reivindicado cantando, ya presidente, en el Luna Park.
Más que ejercer la presidencia, su objetivo es ser un referente mundial de sus ideas exóticas y que intenta aplicar a la Argentina transformada en un conejillo de Indias.
Durante años llamó a sus padres progenitores a los que consideraba como si estuvieran muertos.
Le prohibió a su hermana que le hablara de ellos. Luego durante la pandemia llegaron a un acuerdo.
Su biógrafo, Juan Luis González, en la página 213 de su libro “El loco. La vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política Argentina” da una síntesis esclarecedora: “Me topé, sin buscarlo, con la historia de un chico torturado por sus padres, corrido a un lado por sus compañeros de escuela y rechazado sistemáticamente por sus eventuales parejas. Con el economista que se recibió a pesar de las zancadas que le hacía el papá. Con el hombre que llegó a la adultez con casi ningún amigo y con la desconfianza grabada en su ADN. Con el que nunca quiso ser padre y que terminó adoptando a un perro como su hijo, con el que pasó solo una decena de navidades y años nuevos. Con el que no pudo superar la muerte de aquel animal que tanto quiso y que, sumido en una profunda depresión, terminó cayendo en telépatas, médiums y clones. Con el que está convencido de que Dios lo eligió como un moderno profeta. Me encontré con la historia de un hombre profundamente solo”. En mi barrio, y en forma vulgar se dice “un hombre roto”.
El mismo declaró en su viaje a España: “Cuando yo era un ser despreciable y nadie me quería, Santiago Abascal (líder del ultraderechista partido español VOX) era el único que me abrazó”. Es el mismo que ahora, sin el menor pudor, proclama: “Soy el máximo referente de la libertad en el mundo”; “Soy el político más popular del mundo”; “He hecho el ajuste más grande en la historia de la humanidad”.
Tal vez por su traumática niñez o a lo largo de su recorrido perdió toda sensibilidad por el otro. Como en el tango UNO, “se ha quedao sin corazón”.
Así hay dos aseveraciones que muestran al Beto Milei desnudo en su crueldad. Uno en la polémica con Grabois en Perfil:
—Grabois: “No es un problema de capacidad. Si tenés que elegir entre no comer y ser explotado durante 18 horas, o 14 horas o diez horas, yo elegiría ser explotado. Pero esa no es mi voluntad.
—Milei: ¿Cómo qué no? También podés elegir morirte de hambre y morirte.” Esto dicho con rostro imperturbable, mezcla de la carencia de todo sentimiento y de una crueldad profunda.
La otra fue al defender que no existen las «fallas de mercado», el Presidente sostuvo: «¿Ustedes se creen que la gente es tan idiota que no va a poder decidir? Va a llegar un momento que se va a morir de hambre, con lo cual, o sea, digamos,va a decidir de alguna manera para no morirse.”
Gustavo González, padre del biógrafo de Milei, ex director de NOTICIAS, en Perfil del 13-04-2024, bajo el título “La crueldad según Milei. Ningún presidente nace cruel”, escribió: “Es posible que Milei no sea consciente de la crueldad con la que actúa. Quizás sus padres y sus acosadores juveniles tampoco lo eran. Aunque no es difícil identificar el hilo conductor entre la crueldad que recibió y la que inflige. Desde que se hizo conocido, siempre se caracterizó por sus insultos, sus puños en alto, sus gritos y su rostro desencajado. Insultó a la enorme mayoría de los políticos locales, incluso a los que hoy lo defienden, como Mauricio Macri y Patricia Bullrich. De la misma forma que maltrata a quien no piense como él, que en general son los habituales constructores de sentido: periodistas, artistas e intelectuales. Asumió dándole la espalda al Congreso y dos meses después lo calificó de “nido de ratas”. Para anunciar despidos en el Estado, gritó “¡Afuera!” y “que vayan a laburar”. Cuando le advirtieron que el fin de la obra pública podría implicar la no construcción de cloacas en pequeños pueblos, dijo: “lo lamento, si no la pueden pagar, no la tendrán”. “Trató de corruptos a los gobernadores y prometió “fundirlos a todos”. Al de Chubut, Ignacio Torres, lo asoció con la imagen de alguien con síndrome de Down. Cuando visitó el colegio que tanto lo había hecho sufrir de chico, bromeó cuando dos adolescentes se desmayaron a su lado, mientras trataba de “asesinos” a quienes están a favor de la despenalización del aborto y de “inmorales” y “zurdos” a sus críticos económicos. Entre sus tantas agresiones a los artistas, se burló de Mirtha Legrand y llamó “Lali Depósito” a Lali Espósito.”
Como considera a los empresarios los héroes de la sociedad de libre mercado, tiene una actitud genuflexa con Elon Musk y Marx Zuckerberg, pero al mismo tiempo que instrumenta un plan de negocios escrito por los estudios de los grandes empresarios en la llamada Ley Bases y en el DNU, no se priva hoy de algunos desaires, seguramente fruto de ninguneos padecidos cuando transitaba por espacios marginales, no quedándose, por ejemplo, a almorzar con los dueñosdel país luego de algunas de sus exposiciones de discurso único. Si por un momento se alejara de sus únicas lecturas, según ha confesado, la de los autores de la Escuela Austríaca, podría encontrar sabiduría y tal vez cierto vaticinio sobre su futuro, en William Shakespeare que escribió: “Cuando los sumisos y obsecuentes más se someten al poder para buscar beneficios, más el poder los humilla y los desprecia. El poder desprecia la obsecuencia siempre y obtiene placer en humillar a los sumisos”
EL BETO MILEI NO NACIÓ DE UN REPOLLO
La prédica neoliberal de la dictadura establishment militar, las contribuciones importantes en ese sentido de los gobiernos de Carlos Menem y Mauricio Macri, el deterioro de las condiciones de vida de los últimos 8 años, el encierro que obligó la pandemia, incrementaron en forma superlativa el individualismo extremo y convirtieron en sentido común muchas de las premisas que fueron llevadas hasta extremos desmesurados por Javier Milei. El antropólogo Pablo Semán, coordinador del libro “Está entre nosotros. ¿De dónde sale y hasta dónde puede llegar la extrema derecha que no vimos venir?, afirma: “Milei es el grito que estaba en el corazón de muchos… ha sufrido el ninguneo y el bullying, y ofreció la posibilidad de identificarse con él a todo aquel que ha sufrido algo similar… La idea libertaria vino para quedarse, aunque sea con otro nombre… La pandemia fue un terremoto, hubo gente que perdió ingreso, empleo, ahorros y vidas. ¡Como no iba a generar algo traumático!”.
El politólogo y sacerdote jesuita Rodrigo Zarazaga, entrevistado por el periodista Carlos Pagni, reflexionó: “Veo dos fenómenos que conviven. Por un lado, el instaurador de ese orden, el kirchnerismo, sufre en los últimos años un proceso de vaciamiento de los conceptos fundamentales de ese orden basado en la idea de un Estado presente. Sin embargo, la gente que vive en la pobreza no lo percibe presente. Hay un vaciamiento del concepto de la justicia social. Hoy la esperanza de muchos pasa por que el hijo dure en el hogar y no lo atrape la esquina antes de los quince años. Mucha más esperanza que eso no hay. Entonces, ¿de qué justicia social hablamos? ¿Qué oportunidades tiene mi hijo? También se desdibuja la idea de la educación pública. La escuela aparece ante los pobres como un lugar vacío. Un lugar donde los hijos van poco, donde los docentes faltan, donde no se enseña. Entonces, conceptos fundamentales de quienes instauraron el orden post 2001, como el Estado presente, la justicia social o la educación pública, aparecen más vacíos. El movimiento popular, donde estaba el apoyo de los pobres, pierde representación, sobre todo entre los jóvenes. Y ahí viene esto otro, que es un fenómeno que excede a la Argentina, donde hay un reclamo por la realización de derechos individuales a los que los sistemas no pueden responder.” Sobre los jóvenes, Catalina Kaplan, militante de la Mella, Frente Patria Grande, miembro del Consejo Superior de la UBA, respondió en un reportaje en Perfil: “Los pibes que hoy en día, por ejemplo, están cursando el primer o segundo año de la universidad, terminaron la secundaria o hicieron la mitad de la secundaria de forma virtual en pandemia, solos en su casa, con todo lo que implica para un pibe, una piba que se está socializando en su primera juventud. Eso modifica mucho la forma que uno tiene de vincularse con el resto de la sociedad a la que ahora se está insertando, casi como un joven adulto, por decirlo de alguna manera. Entonces, estamos empezando a ver los efectos que eso tuvo sobre el segmento que mayoritariamente votó a Milei”. En cuanto a la continuidad del apoyo a pesar del ajuste brutal el periodista Martín Rodríguez Yebra explica: “Es brutal, es inexperto, es extremista y no se calla ante nadie. Un 30% del electorado lo votó por todas esas razones (no a pesar de ellas). Y otra porción casi equivalente se sumó en el balotaje a darle una oportunidad, como instrumento útil de barrer al kirchnerismo del gobierno.”
Hay cambios sociales muy profundos en la sociedad. El consultor político Raúl Timerman ha expresado que hay encuestas en donde un 25% de los consultados sostiene que está bien que no se envíe comida a los comedores. El sociólogo Ezequiel Adamovsky escribió en Diarioar del 12-05-2024: Un video, de los tantos que circulan por redes, me llamó la atención. Un periodista entrevistaba gente al azar en la calle. Una chica, vendedora de una panadería porteña, declara que no le importa lo que les pase a los jubilados, si pasan o no hambre. No es su problema. “Mientras vos estés bien no te importa, individualismo puro…”, indaga el periodista, azorado. “Exacto”, responde ella con una amplia sonrisa.
LAS VENGANZAS DEL BETO MILEI (2)
Volvamos al principio. Simultáneamente, se exhibe en Buenos Aires, Las venganzas del Beto Sanchez, y ese mismo día se produce el hecho en Suecia que dio lugar al Síndrome de Estocolmo, el fuerte vínculo afectivo entre el secuestrado y el secuestrador. Cincuenta años después, Argentina es el escenario donde el Beto Milei perpetra venganzas y el síndrome de Estocolmo lo está viviendo una parte importante de los argentinos. En este juego de mamushkas rusas, la venganza es el comienzo del fenómeno Milei. Su empleador Eduardo Eurnekián, muy amigo de Franco Macri, le habían hecho ambos bullying a Mauricio Macri, al cual trataban de boludito. Cuando el hijo de Franco llegó a la presidencia, el empresarioEduardo Eurnekián temió que se vengara de sus antiguos destratos y le anulara la concesión de sus 35 aeropuertos. Mando a su empleado Javier Milei al Canal América del cual era socio paraque atacara al gobierno. De esa época hay videos de furiosos ataques de Milei contra Mauricio Macri, Toto Caputo, Marcos Peña. Conto con el apoyo inicial de los periodistas Alejandro Fantino y Mauro Viale, y luego como los shows de Milei daban rating, el economista se paseó durante años por los estudios televisivos y radiales. Eurnekián ganó por partida doble: neutralizó a Macri y luego tiene de presidente a su antiguo empleado al que ninguneaba. El empresario debe saber que alguna devolución, en algún momento, en forma de venganza le hará su ex (¿?) empleado.
Nacido en los medios, para consumar una venganza, a partir de ahí la Argentina padece la venganza del Beto Milei. Y vaya paradoja, el verdadero Beto Milei es el padre, Norberto Milei, que de colectivero pasó a tener varias líneas de colectivos con los subsidios obtenidos del Estado. Es decir, de la asociación criminal que pregona su hijo y que como un topo se propone destruir desde adentro. La suma de las imaginaciones de Franz Kafka, Gabriel García Márquez y Eugene Ionesco, no lo hubieran previsto. Un presidente que declara: “Es cómo estar infiltrado en las filas enemigas, la reforma del Estado la tiene que hacer alguien que odie al Estado, yo odio tanto al Estado que estoy dispuesto a soportar todo tipo de mentiras, calumnias, injurias, sobre mi persona como mis seres queridos, que son mi hermana, mis perros y mis padres, con tal de destruir al Estado. Todo ello mixturado con “las fuerzas del cielo” y “¡Viva la libertad! ¡Carajo!”.
Parece una película. Ojalá lo fuera. De la ficción del ciudadano Beto Sánchez, cincuenta años más tarde, a la realidad actual del “Terminator” Javier Gerardo Milei, presidente. El Síndrome de Estocolmo, cinco décadas más tarde adquiere ciudadanía argentina. De la imaginación al poder del Mayo francés del 68, a la venganza y la crueldad al poder del 2024. Del “Luche, luche, luche, no deje de luchar por un gobierno obrero, obrero y popular” del Cordobazo al individualismo extremo del presente. El licenciado en filosofía, el suizo Henri Frederic Amiel, citado por el periodista Jorge Fernández Díaz sostenía: “Él que desprecia demasiado, se hace digno de su propio desprecio”. Este tiempo del despreció pasará. Los daños sobre la Argentina y la inmensa mayoría de su pueblo serán monumentales. Cuando llegue la hora de juzgar a los instigadores, ejecutores y cómplices de la hecatombe, de la miseria planificada, de esta época de la pandemia de la estupidez, de la banalidad de la crueldad, volverá corporizarse la frase de Juan Gelman: “No te olvides de olvidar el olvido”.
Buenos Aires, 18 de junio de 2024.
Periodista. Conductor del programa radial El Tren.
10 Comments
Excelente, gracias Hugo
Gracias Domingo
Un abrazo
Hugo Presman
Impresionante texto, Hugo! Gracias por darnos tu inteligencia y tu pluma en este tiempo tan inverosímil como triste.
Gracias Cesar.
Un saludo
Hugo Presman
Un artículo tan imperdible como necesario en estos tiempos de desgobierno, crueldad entronizada y saqueo a ojos vistas. El ‘rey’ se pasea desnudo, pero aún quedan muchos (demasiados, todavía) que lo ven vestidos de terciopelo, armiño y oropeles… ¡Qué tristeza!
Gracias Ana . A no bajar los brazos. Te recuerdo dos frases sabias. Una, la que pone Shakespeare en uno de los protagonistas de sus obras: “ La oscuridad más profunda es la que precede al amanecer” y la otra del Talmud: “ Es preferible prender una vela que maldecir a la oscuridad”
Un abrazo
Hugo Presman
Brillante Hugo lo único que le falta a esa biografía es que haya sido un pintor frustrado el resto lo hermana al personaje nefasto
Hola Carlos: hace tiempo que vengo leyendo una voluminosa biografía del personaje que citas, la que se considera la mejor de Ian Kershaw, y hay puntos de contactos preocupantes. No es lo mismo por contexto, historia y estructuras sociales y económicas, pero aspectos personales comunes llamativos
Un saludo
Hugo Presman
Excelente nota. La leo desde el exterior, donde vivo hace varias décadas como profesor de pedagogía. Miro con tristeza la situación del país, la destrucción de la democracia que tanto costó, el hambre generalizado, pero sobre todo la podredumbre en la psicología social de tanta gente, la total falta de solidaridad social y la aceptación del odio hacia el otro, la otra, el pobre, el diferente, el jubilado, etc. Ni siquiera un tinte de aprecio a la cultura propia, a la ciencia nacional…Va a ser muy difícil volver de tanta destrucción. Si acaso fuera posible. Gracias por la nota!
Pablo
Gracias a vos Pablo
Un saludo
Hugo Presman