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La platita – Por María Pía López

Imagen: Erik Thor Sandberg.

Imagen: Erik Thor Sandberg.

La platita que circula alimenta fuentes de trabajo, riquezas personales, acumulaciones varias. También alegría de consumir, alivios de estrecheces, pago de deudas. Estos subsidios benefician a las clases medias antes que al pobrerío, y no generan el mismo tipo de reacción airada que la platita que permite ir al almacén y comer un poco mejor. Circulación de platita, sí, pero también ampliación de derechos y afirmación de la igualdad.

Por María Pía López*

(para La Tecl@ Eñe)

Oda al Previaje. Festejo general de una política pública que alimenta la economía del turismo y nos hace babear con todos los lugares que visitaríamos. Los precios se dispararon porque no pocos consideraron que si el Estado financia la mitad, lxs consumidores pueden pagar lo que en otra circunstancia sería la totalidad. La platita que circula alimenta fuentes de trabajo, riquezas personales, acumulaciones varias. También alegría de consumir, alivios de estrecheces, pago de deudas. Estos subsidios benefician a las clases medias antes que al pobrerío, y no generan el mismo tipo de reacción airada que la platita que permite ir al almacén y comer un poco mejor. La del Previaje, de acuerdo a la narrativa dominante, no alteraría la conciencia cívica de quien lo usa, que bien podría con una mano hacer el trámite y con la otra agitar las redes contra el Estado que subsidia consumos y soñar una Argentina libre de populistas. Pero si se es pobre, esa división de la conciencia estaría anulada y sustituida por una unidad clientelar: quien recibe queda en deuda, atado a un compromiso que limita su libertad. O sea, que el problema no sería el subsidio sino el sujeto social, la clase que lo recibe.

Ezequiel Martínez Estrada, en su monumental Muerte y transfiguración de Martín Fierro, señala con precisión este tipo de desplazamientos: es el que hizo Sarmiento cuando dejó de considerar que había prácticas civilizadas y actos bárbaros, para considerar que lo eran de acuerdo al sujeto social que las realizaba. Esto es, que el rapto de cautivas era un acto de barbarie perpetrado por los indios; pero que el malón blanco que raptaba indias para destinarlas al trabajo servil en casas y prostíbulos era una expedición civilizatoria. Barbarie y civilización dependían de una teleología que justificaba cualquier crimen o lo condenaba a muerte. Barbarie era un atributo de los sujetos subalternos, fuera cual fuera su acto. En Una excursión a los indios ranqueles, Lucio V. Mansilla se esfuerza en desarmar esto, mostrando la serie de instituciones, rituales, e incluso archivo, hallados en los toldos. Pero la campaña de despojo territorial estaba en curso y era legitimada por esa construcción racial del bárbaro.

Alfredo Gómez-Muller recupera las resonancias en Europa de los Comentarios reales del Inca Garcilaso de la Vega. Recordemos: el libro se publica a principios del siglo XVII en un contexto en el que en Inglaterra y Escocia las tierras feudales son cercadas, los campesinos desalojados y crecen fábricas a fuerza de jornadas extensas de trabajo y explotación absoluta. En la Europa del hambre circula un libro en el que se narra una organización del trabajo, la producción y la distribución centrada en la lógica comunal y en el principio de que cada quien debe tener lo necesario para vivir. En el principio de justicia social. Algunos pensadores reaccionarios advirtieron el peligro de esa imagen que si coincidía con las versiones utópicas le agregaba el condimento fundamental de provenir de una experiencia histórica efectivamente realizada. Advirtieron el riesgo y formularon esta idea prístina: la demostración de que los incas eran un pueblo bárbaro -pese a sus instituciones, la lógica distributiva, la producción de conocimientos, la religiosidad- es la ausencia de la institución de la propiedad privada.

Barbarie y civilización finalmente nombran un núcleo ideológico fundamental, que resultará asociado a la cuestión de las razas: la construcción de una clasificación jerarquizante que -como analizó Aníbal Quijano- explicará la dominación colonial. Porque hay cuerpos que son marrones, es porque esas conciencias no se emancipan de las ataduras, y por lo tanto deben ser guiadas, reconducidas, reprimidas. Ese imaginario está en cada socarrón uso de la expresión “la platita” y en un desplazamiento de la idea de razas a una suerte de estadío moral, donde están quienes merecen los subsidios y quienes los derivan a la canaleta del consumo inmediato, porque no todos los goces son igualmente gozables. Lo marrón es casi indicio de un desvarío moral y la lógica de construcción de lo común un síntoma del carácter parasitario de sus existencias.

Del mismo modo ese imaginario aparece cuando se nombra el conurbano fabril y mercantil, poblado de laburantes, como un territorio improductivo, solo dispendio de la riqueza nacional. No se considera así a la ciudad de Buenos Aires, la capital rumbosa, con mayor asignación de rentas por habitantes en todo el país, vidriera y fachada, sino a territorios en los que hay producción de todo tipo. Se dice conurbano con el tono de la platita. Con ironía y voluntad de falsía. Ni siquiera me atrevo a pedir que reconozcan su racismo implícito, porque de hecho eso es lo que pide la derecha mileísta y no pocos aceptaron el convite, prestos a liberarse de las coerciones de lo políticamente correcto y decir, a viva voz, que los negros son el problema. Claro que el racismo también es internalizado y a esa derecha antipolítica le fue bastante bien en los barrios más populares. O lo que prendió fue lo que arrastra esa denuncia contra la casta: una elite que tendría vidas acomodadas por dedicarse a la política profesional. Denuncia que agita un falso igualitarismo para traficar la más brutal justificación de las jerarquías, pero que se vuelve creíble cuando trastabilla la política como realización de la justicia social. Que es circulación de platita, pero también ampliación de derechos y afirmación de la igualdad.

Buenos Aires, 18 de noviembre de 2021.

*Socióloga, ensayista, investigadora y docente.

1 Comment

  1. RUBÉN AMÍLCAR CALVO dice:

    Felicitaciones a la licenciada María Pía López.
    Sencillamente, gracias!