Ante la desoladora presencia del dolor al que el gobierno de Milei nos arroja, la autora de la nota nos propone, como forma de resistencia, acudir a la poesía, esa delicada trama que entreteje las voces de lo que aún insiste en la memoria.
Por Yael Noris Ferri*
(para La Tecl@ Eñe)
En el escenario de la profunda crisis que azota a nuestro país bajo el gobierno de Javier Milei, propongo la poesía, como una forma de resistencia. Creer en el poder subversivo de las palabras, creerlo como las sentencias que nos sostienen, creerlo como lo dice el poeta salteño premiado Hugo Francisco Rivella
“Escribe hasta que la eternidad te pida perdón de rodillas”. En tiempos oscuros como los que vivimos, con la amenaza continua de que se borre la memoria de un país que atravesó una de las dictaduras más crueles y sangrientas. Cuando los diarios anuncian las prisiones domiciliarias a los dictadores, cuando el Conti ya no es el Conti, cuando olvidar parece ser otra de las sentencias más crueles. Un tiempo donde la vida predominantemente es online y los reels han matado la lectura bajo la premisa de que la inmediatez lo dirá todo…
La voz del poeta Rivella me acompaña:
“Escribe hasta que la eternidad te pida perdón” …
La acuno en mi corazón. Recuerdo la escritura de Paul Ricoeur: él dedica un espacio de su estudio a la historia, la memoria, el olvido; allí describe las condiciones en las que se dan casos de memoria impedida, manipulada e injusta. El pasado siempre encuentra en la clausura una amenaza de injusticia. La memoria, para conservarse en el seno de una sociedad, adviene como relato, y esa narración necesariamente tiene un sujeto de la rememoración.
La poesía viene como una delicada trama que entreteje la voz de lo que aún insiste, eso que es necesario poetizar. La memoria será colectiva cuando cada sujeto pueda rememorar con las vías del arte y armar un lugar de enunciación donde cada uno transforme el recuerdo en una ofrenda para los otros.
Entonces, quisiera invitarlos a leer un poemario de Guido Guidi: “Poemas librados” (Editorial Argos) En el prólogo, leemos:
“Buscar al otro, buscar un puerto, es también salir del encierro. Un encierro que fue físico y se instaló en el espacio simbólico con la fuerza de sus atributos reales: represión, exilio, censura. Encierro, además, de un imaginario, sumergido por la marea mercantil que inundó el presente. Escribir fue resistir. Construir entre las grietas de la prisión una pequeña patria íntima y abrazarla, para sostener la memoria, en tanto esa otra patria posible y deseada, la de todos, se esfumaba en el olvido”.
Los poemas se han librado, tallados uno a uno, habitan el libro en cinco apartados: “Poesía desnuda”, “Postales”, “Amor/desamor”, “Rincones” y “Mi lengua”.
Como pequeños pimpollos que florecen y traen en el perfume de la memoria, los libros que fueron enterrados en los patios y el sabor del 24 de marzo.
“la casa”
al borde de la avenida
la casa oculta
en el patio su secreto
allí el níspero con sus pepitas de oro
convocaba la urgente dulzura del verano
y las velas de la higuera invitaban
a navegar todos los mares del sueño.
¡Ah! Capitán del viento y doncellas imposibles
abordaje del naranjo luminoso de soles
a capturar su jugo a través de la áspera corteza
de las tardes de invierno
más alto el nogal sostenía la osada memoria de mi padre
que remontaba en sus huesos el viaje
de regreso a la infancia
atrás en la huerta, corazones rojos latían como tomates
aromados en la victoria del laurel lindante con el vecino
patio donde mi madre
en las tardes izaba
guardapolvos para el día de mañana
y la parra ofrecía
a granel su sombra en racimos de esmeralda
secreto de libros silenciosos
abrazados en lo oscuro de la tierra
a la esperanza de riego
que el aljibe prometía
y secreto el porqué
un 24 de todos los marzos
a los frutales del patio
se le caen las hojas
que escribió el verano.
Otro, “Aviso de vencimiento”
Todas las listas
tienen nombres
todos los números
esconden avisos macabros
no hay rincón de la angustia
que no hayas transitado
pero sabés
falta lo peor”.
En el año 2010, Guido publica «Poemas Necesarios» (Narvaja Editor – 2010.).
Destaco uno que le dedica a Jorge Julio López, quien fue desaparecido por segunda vez el 18 de setiembre de 2006. Julio era un sobreviviente de la última dictadura cívico militar y su desaparición ocurrió un día antes de que se conociera la sentencia contra el dictador Miguel Echecolatz. El testimonio de Julio fue fundamental para aportar pruebas en el fallo.
Escribe Guido:
Tres palabras para Julio López
«Llegó con tres heridas
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.»
Miguel Hernández
Con tres heridas estás, Julio
la de la cal, la de la arena, la del olvido
con tres años te ponés, Julio
sobre el malvado, sobre el estúpido, sobre el futuro.
tres tajos violentos de cercana primavera
tres polvorientos años del egoísmo.
sobre la intachable flor de su simpleza
Han venido a traerte
tres veces más limpio
más incansablemente terco
cavando cimientos para el hogar de mi familia
estás con tres heridas, lo sé
la del joven imbécil que reniega del pasado
la del astuto funcionario que te paga un salario
la amarilla de la imprenta vestida de tu llanto
tres materiales tus conocidos
la cal, Julio
esa que te quemaba las manos
la arena, Jorge
que la refrescaba
el olvido López
que ya conocías de muchos años
Por eso tus papelitos sucios mal escritos
por eso tu memoria sin manchas por eso
la moneda del amor era tu único amo
La cal, López
para los malvados
La arena, Jorge
sobre los estúpidos
el olvido Julio
el olvido
sepultado en el futuro.
Vestirse de palabras, escribe este poeta, es hacer poesía. Que en este tiempo, donde el desnudo de la soledad apremia y el olvido asoma, la fuerza poética nos brinde resistencia para cuidar la poesía hecha memoria.
Guido Guidi vive en mi ciudad, Córdoba, en su barrio de General Bustos; es cantautor y a veces lo escucho en cafetines y bares de Cofico y Alta Córdoba, entre otros. Ha participado incansablemente de movimientos por derechos humanos. También restaura muebles antiguos con una delicadeza maravillosa. Sus poemarios circulan por la ciudad en diferentes librerías, en esta ocasión vuelvo a invitarlos a detenerse a leer sus “Poemas librados”.
Córdoba, 28 de mayo de 2025.
*Psicoanalista en la ciudad de Córdoba. Adherente al C.I.E.C, asociado al Campo Freudiano. Escribe y publica en revistas literarias y de cultura.
1 Comment
Gracias, hermoso texto. La poesía, esa rara manera de salvarse.