Jugar al ajedrez sin la Reina – Por Carlos Caramello

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Jugar al ajedrez sin la Reina – Por Carlos Caramello

Carlos Caramello sostiene que entregar al Rey para ganar jaqueando a la Dama, es la jugada falaz con la que las grandes corporaciones pretenden acorralar al gobierno nacional. Pero, afirma Caramello, todos sabemos que, de Isabel de Castilla a esta parte, la Dama es la pieza con más poder sobre el tablero.

Por Carlos Caramello*

(para La Tecl@ Eñe)

 

 “Nada hay que engañe más

que las jugadas naturales”.

Richard Réti[i]

 

 

Falaces, como con casi todo lo que hacen desde que descubrieron que podían instalar la mentira como una de las formas de la verdad, los jugadores del ajedrez económico y político internacional intentan instalar una apertura trucha: entregar al Rey para ganar jaqueando a la Dama.

Operadores de corporaciones; empresarios mediáticos; representantes de los poderes judiciales de todo el Planeta, mercenarios de la Prensa (me niego a llamarlos periodistas) y todo el resto que representa a estas asociaciones ilícitas transnacionales tienen, hoy por hoy, la orden de instalar que, en la Argentina, “Macri y Cristina deben dar un paso al costado para que el Gobierno quede liberado -si es que tiene alguna idea- y la oposición pueda organizarse de manera diferente” (sic) Marcelo Longobardi dixit, en forma de pregunta retórica, claro.

Al galope, responde Sergio Berenstein, otrora radical razonable ligado a Estados Unidos por cuestiones académicas, y hoy socio del padre de Marcelo DÁlessio en una consultora, responde: “los dos fracasaron como presidentes y no permiten que el país dé un paso adelante”, a la vez que se lamenta de que la Argentina siga “muy fijada en el pasado, con dos figuras residuales, pero todavía con influencia, que indudablemente mantienen niveles no menores de poder y obstaculizan la oxigenación del debate y de búsqueda de soluciones”. Esto ultimo dicho por un nostálgico de la asfixia social.

 

Simultáneas

Y en el mismo lodo, todos manoseaos” sentenciaba Enrique Santos Discépolo allá por 1934. La estrategia, al parecer, no ha cambiado demasiado en casi un siglo. Comparar a Mauricio Macri con Cristina Fernández de Kirchner es, más o menos como establecer similitudes literarias entre Oscar Centeno, el garrapateador de cuadernos, y Jorge Luis Borges (aunque hay que reconocer que, para como se expresa oralmente, la prosa de las fotocopias está bastante bien). Así, mas o menos, son las diferencias de estatura política del ex presidente mandato cumplido (gracias a todos los dioses) y la actual vicepresidenta. Otra comparación posible es en el reino animal: un perezoso y una abeja reina. No creo tener que explicar este último parangón…

Podría extender la nota hasta el infinito citando los logros de una y las defecciones del otro pero siempre me parece que, tres ejemplos cotidianos, redondean mejor la idea que intento plasmar.

 

  • En 2015, cuando Cristina abandonó el gobierno, el desempleo era de 5.9 mientras que, en septiembre de 2019 según el INDEC de Cambiemos, había trepado a 10,6. Casi el doble.
  • Días antes de asumir la presidencia, en Noviembre de 2015, Mauricio Macri lanzó una de sus tantas boutades: »¿Qué es esto de universidades por todos lados? (…) Basta de esta locura«, dijo en una conferencia en la Facultad de Ciencias Económicas y, claro, se fue adeudando más de 5.000 millones de pesos sólo a las instituciones de educación superior. El kirchnerismo puede mostrar como uno de sus grandes logros la creación de 17 Universidades.
  • Entre 2016 y 2019, según datos de la AFIP, cerraron 24.537 pequeñas y medianas empresas mientras que entre 2005 y 2015, el crecimiento del sector fue de casi el 50%, pasando de unas 400 mil a 600 mil, de acuerdo con los números aportados por la secretaría PyMe del Ministerio de Industria, durante las «IX Jornadas Anuales de Microfinanzas en Argentina 2015».

 

Elijo estos datos porque son los que afectan directamente la vida de las y los argentinos. Podría utilizar indicadores macroeconómicos que justificarían aún más mi ponencia (como el desendeudamiento del kirchnerismo y la toma demencial de deuda por parte de Cambiemos), pero muchas veces eso se vuelve difícil de sentir en carne propia.

 

Gambito

Al correr del análisis advierto que, acaso, el planteo primigenio podría tratarse de un error (no porque no sean falaces, que siempre lo son, sino por la característica de la jugada). Dice el Glosario de Términos Ajedrecísticos más Importantes que “gambito” es la “apertura donde el blanco sacrifica un peón para desarrollar sus piezas más rápidamente”. De tratarse de esta movida, tendríamos entonces que admitir que Macri ya no es una pieza relevante sino (como muchos alguna vez pensamos) el peón de en un tablero que lo excede y, por lo tato, alguien digno de ser entregado. Y aunque varios operadores puedan haber confundido en el pasado esta movida con un “gambito de rey”, la propia naturaleza de la misma lo desmiente ya que, se la define como “apertura más romántica por las grandes complicaciones y sacrificios que suele provocar” y que suele ser “poco habitual hoy en día a alto nivel”. Y algo es claro: son jugadores de alto nivel, y para nada románticos.

Como fuese, el objetivo final siempre fue y es la Reina. El colectivo admonitorio de las grandes corporaciones la necesita para que su purga transnacional se vuelva ejemplo; pasear la imagen de la Dama caída sobre el tablero para que nunca más se le ocurra a ningún mortal osar desafiarlos a una partida.

Pero… Todos sabemos que, de Isabel de Castilla a esta parte, la Dama es la pieza con más poder sobre el tablero. Y también conocemos aquella norma no escrita de François André Philidor[ii], “Los peones son el alma del ajedrez”. Entonces, quizá sea esa la síntesis más acabada de cómo se visualiza por ahora la partida: el anarco-capitalismo necesita a la Dama para disciplinar a futuros jugadores pero Ella sigue concentrando la defensa de los millones de peones que, individualmente acaso no pesen en este juego pero que, a la larga, son los que definen quiénes son los ganadores y los perdedores en el ajedrez político planetario.

Usted dirá: ¿Y todo esto cómo termina? Bueno, en lenguaje ajedrecístico, podríamos estar ante un Armageddon. No… no se preocupe; no vamos hacia el fin del mundo. Armageddon se le llama a la partida que siempre tiene un ganador. En estas, a las piezas blancas se les concede más tiempo pero si se llega a tablas significan victoria para las negras… usted caza la metáfora, ¿no?

 

Referencias:

[i] Primer Campeón Mundial de Ajedrez de la Historia

[ii] Francois André Danican Philidor. Músico y ajedrecista francés. Considerado campeón del mundo de ajedrez de 1745 a 1795.

 

Buenos Aires, 26 de agosto de 2020

*Licenciado en Letras, escritor y autor junto a Aníbal Fernández de los libros “Zonceras argentinas al sol” y “Zonceras argentinas y otras yerbas”,  y “Los profetas del odio”. Su último libro editado es  “Zonceras del Cambio, o delicias del medio pelo argentino”.

2 Comments

  1. Claudia dice:

    Impecable Carlos Caramello… memoria activa..

  2. Javier dice:

    Para quienes admiramos a Cristina y disfrutamos del ajedrez, una didáctica nota que disfrute durante su lectura. Los tres logros elegidos TRABAJO, EDUCACIÓN y PRODUCCIÓN resumen de manera concluyente los antagonismos vigentes entre proyectos. Felicitaciones Carlos Caramello!! Sería bueno verte más seguido en la televisión. Saludos!!