¿Cómo converge el tango en medio de esta brutal situación socio-económica que nos toca vivir a todos los argentinos?

Por Héctor O. Becerra*

(para La Tecl@ Eñe)

Al haberse quedado sin obra pública se produjo en el país una brutal caída de la industria y la construcción. Los supermercados buscan a través de las ofertas llegar a un público que prácticamente ha dejado de consumir. No tardan en llegar los dos peores flagelos de la sociedad: el desempleo y el hambre. Como si no fuera suficiente con lo que tenemos la vice presidente reinstala el fenómeno negacionista.

Frente a esta dramática realidad nos encontramos con la finalización del Mundial de Tango 2024 que celebró a sus campeones en las categorías: Tango de Pista y Tango Escenario. El Tango de Pista es el tango popular y espontáneo, el que se baila en las milongas, de allí que el abrazo no puede romperse mientras dure la música. En esta modalidad es fundamental la improvisación y la utilización de las figuras populares como el corte, la quebrada, las barridas, etc. El Tango Escenario se caracteriza por el despliegue coreográfico y dramático de cada pareja. Acá se permite romper el abrazo, se pueden dar saltos y utilizar recursos de otras danzas siempre y cuando no se pierda la identidad del tango. También, por segundo año consecutivo, se premió a la Mejor Pareja Senior (para mayores de 55 años).

¿Cómo converge el tango en medio de esta brutal situación socio-económica que nos toca vivir a todos los argentinos? Ocurre que esta música, su poesía y su baile surgidos en el Río de la Plata a fines del siglo XIX, se dan en un contexto de fuertes crisis sociales producto de la inmigración que se llevaba a cabo en la Argentina. En un texto digno de ser recordado: Tango, la mezcla milagrosa, su autor, Carlos Mina, sostiene que “el tango tomó su materia prima de los avatares del pueblo y volcó sobre él las creaciones que quedaron integradas para siempre en la lengua de todos”.

El tango la sabe lunga en eso del padecimiento de los argentinos. En 1931 Cadícamo escribía su reconocido Anclao en París que dice:

¡No sabes las ganas que tengo de verte!

Aquí estoy varado, sin plata y sin fe.

¡Quién sabe una noche me encane la muerte

y, chau Buenos Aires, no te vuelva a ver!

La creación de un Campeonato Mundial de Tango -que se realiza desde 2003- fue una iniciativa de la gestión de Aníbal Ibarra, jefe de gobierno de CABA en aquel entonces. Resulta importante reivindicar al abogado que fuera destituido mediante juicio político porque luego de declarar al tango Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009, el gobierno de Mauricio Macri empezó a tenerlo en cuenta como una lucrativa actividad económica relacionada principalmente con el turismo internacional y con el comercio. ¡Ese mismo año se podía leer en el sitio web oficial de turismo del Gobierno de CABA, que el Mundial de Tango había arrancado en 2009! Una forma original de relacionar los negocios con la historia.

Evidentemente, la creación de un Campeonato Mundial de Tango no es simplemente la creación de una competencia más; sino, que se ha descubierto una forma de interpelar a los tangueros de todo el mundo para hacerlos participar de un modo directo de la celebración del tango. Este año hubo 53 países convocados con un total de 750 parejas inscriptas. Al aceptar la invitación y participar las personas dejan de ser simples observadores de un festejo que identifica a la CABA y se tornan sujetos activos que recrean el evento con su baile.

Al ser consultados por el evento, Ana Bocutti, co-organizadora junto a Daniel Blanco de la milonga Yira-Yira, sostuvo que el gobierno de la ciudad se acuerda del tango durante 15 días aunque aplaudía la iniciativa de haber llevado el evento al Movistar Arena ya que el año anterior en el obelisco el público había padecido las inclemencias del tiempo y había visto muy mal el espectáculo. Por otra parte, el actor, milonguero y organizador de Porteño & Bailarín, Carlos Stasi, sostuvo que el gobierno de la CABA estaba mejorando el auspicio a las milongas porteñas.

Ya hemos visto de qué manera Macri y después Larreta se han adueñado de la obra pública. El sonido del tango y de su instrumento paradigmático, el bandoneón, suelen aparecer consolando las penas de los que sufren. El tango es poesía, música y danza que brotan de lo más profundo del pueblo, por eso en sus letras se recrea la denuncia social, las luchas populares y el compromiso humanitario. No dejemos que se lo apropien las clases dominantes para reducirlo a ser sólo un negocio lucrativo más.

Buenos Aires, 6 de septiembre de 2024.

*Psicoanalista y escritor.