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Dijimos Ni Una menos y ya no estamos solas – Por Liliana Hendel

Liliana Hendel nos envía una crónica sobre la irrupción, ya hace 5 años, de la primer convocatoria Ni Una Menos, y analiza el recorrido histórico del movimiento de mujeres hasta instalarse, a través de la potencia de sus ideas, en una sociedad patriarcal para generar las transformaciones socio-políticas y culturales que hoy están en marcha.

Por Liliana Hendel*

(para La Tecl@ Eñe)

 

El III Foro Internacional sobre los Derechos de la Mujeres estaba en marcha. La entonces ministra de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y  Presidenta del Consejo Provincial de las Mujeres, Cristina Álvarez Rodríguez, estaba atenta a todas las novedades que iban llegando. Cuando la envergadura de lo que se estaba gestando era clarísima, ya no había posibilidad de suspender o cambiar las fechas.

Grandes figuras de los feminismos del mundo se encontrarían en La Plata para producir conocimiento colectivo y potenciar acciones de incidencia. Los espacios debían ser cada vez más amplios para recibirnos, ya no era como en los inicios cuando éramos pequeños grupos casi de gueto. Aunque, debemos decirlo, los poderes reales se negaban a abrir las ventanas para que entre otro aire y sacuda el polvo de los libros viejos y de las ideas, más viejas aun.

 

La historia lejos

El camino de las exigencias de cumplimiento de derechos -implícitos y explícitos- estaba ya iniciado desde hacía muchos años en Argentina. Hay quienes como la historiadora Araceli Bellota, ubican las primeras resistencias a la subordinación obligada de las mujeres, a los tiempos de la conquista. Algo que se repite desde entonces es que esos episodios no constan en la historia oficial y tampoco en los relatos no oficiales. Tengamos este concepto en latencia, que ya lo retomamos.

Las Academias coinciden en ubicar los inicios de los reclamos de paridad y ciudadanía en la Revolución Francesa. Olympe de Gouges se animó a decir que así como había una Declaración de los Derechos del Hombre debía haber una, igual de importante, para  los Derechos de la Mujer y de la Ciudadanía. Murió asesinada en la guillotina. Es interesante aun hoy, leer aquellos escritos, igual que la Vindicación de los Derechos de la Mujer, texto de la inglesa  Mary Wollstonecraft  (1792). Es Flora Tristán quien en la América Latina del siglo XIX vincula las reivindicaciones de la mujer y señala que, la mujer es la proletaria del proletariado, “hasta el más oprimido de los hombres quiere oprimir a otro ser; su mujer”.

Mucho más acá en el tiempo, en Argentina y la región, pero sobre todo en nuestro país, mujeres de diferentes partidos y profesiones salían de las catacumbas desde donde se protegían de la dictadura cívico-militar para, en 1983, hacer a la luz del día lo que no habían dejado de hacer en la noche oscura de los miedos reales. Pensar juntas, que como sabemos, siempre es revolucionario. Estudiar diferentes textos y experiencias. Producir conocimiento. Reivindicarse feministas, libertarias. Hartas de ser habladas por otros. Seria larguísimo hacer listado de nombres, pero acá están las pioneras, las ancestras, las que se preguntaron cómo nos enseñó Eva Giberti: ¿y por qué no? 

¿Por qué… no puedo trabajar si soy madre, no puedo abortar si no quiero serlo, no puedo casarme con otra mujer? ¿Por qué gano menos si trabajo más y estoy más calificada? Y desde esas preguntas, siempre colectivas,  surgen conceptos teóricos como  El Techo de Cristal y los Suelos Pegajosos,  se refuerzan los grupos que militan el derecho a decidir, se empiezan a romper las  certezas del amor incondicional y empieza a verse el hilván de un mandato que obedecemos como si fuera por amor, y que en realidad es un trabajo  no remunerado, que si no estuviéramos, alguien tendría que pagar. Trabajo invisible se llamó al trabajo dentro de las casas hasta que las economistas feministas empezaron a ponerle valor en divisas al aporte al PBI de la nación. No es tarea doméstica, es gestión de la unidad doméstica. No es la Sra. que ayuda en casa, es una trabajadora que cumple con la tarea imprescindible para la vida cotidiana de quienes viven en cualquier hábitat: higiene, cocina, mantenimiento, lavado y planchado. Y más.

Todo aquello que tiene valor de mercado y cuya ausencia generaría una enorme hecatombe financiera. Y de la vida cotidiana.

Como el cuidado… ese cuidado de adultas/os mayores e infancias que cae mayoritariamente en la mochila de las mujeres como si la biología fuera un reaseguro de la condición cuidadora. Eso que llaman amor es trabajo no pago, dice una de la remeras de las chicas que marchan con su pañuelo verde en la mochila.

Resumidos dos siglos en pocas líneas, llegamos al 3 de junio del 2015.

 

Cinco años igual | El Cohete a la Luna

 

La historia cerca: Wikipedia informa

En los primeros meses de 2015 se dio un crecimiento de la cantidad de femicidios con respecto al año anterior. Durante ese tiempo hubo varios casos que tuvieron cobertura en los medios, como los casos de Melina Romero, que fue revictimizada por la cobertura mediática de su caso; Natalia Rocha; Paola Rodríguez; Mariana Llamazares; Agustina Salinas; entre otras.

El 16 de marzo de 2015, se conoció el hallazgo del cuerpo de Daiana García, desaparecida 5 días antes, semidesnuda, con una media en la boca dentro de una bolsa de basura. Esta noticia provocó conmoción en la sociedad. El día de su desaparición se cumplían diez años de la desaparición de la estudiante neuquina, Florencia Pennacchi, cuando salió de su casa en Palermo.

A partir de esto, un grupo de mujeres, escritoras, periodistas, activistas, artistas, convocaron a una maratón de lectura con el objetivo de visibilizar la problemática y reclamar un freno al contador de mujeres muertas, para el 26 de marzo de 2015 contra el femicidio en la Plaza Boris Spivacow, en Buenos Aires.

 El 10 de mayo de 2015, fue encontrado el cuerpo de Chiara Páez, una adolescente de 14 años en Rufino, en Santa Fe. Páez, que se encontraba embarazada en aquel momento, había sido asesinada por su novio.​ Este hecho movió a las organizadoras a realizar otra convocatoria, esta vez una concentración frente al Congreso, en el centro de la ciudad de Buenos Aires.

 

El foro  en La Plata era una maravilla .Todo estaba saliendo impecable. Cantaban Ana Prada y Pata  Kramer mientras llegaba el momento esperado para el cierre; una entrevista abierta que me tocaba llevar adelante, la entrevistada Marcela Lagarde…

Era un momento soñado, todas queríamos estar allí, en el gran escenario del Teatro Argentino de La Plata pero tambien todas queríamos llegar a la Plaza de los Congresos. Desde temprano se escuchaban las noticias, sabíamos que hasta la plaza llegaban de a grupos, solas, solos, soles… iluminaban con cantitos feministas las calles de Buenos Aires… saquen sus rosarios de nuestros ovarios*.

Ni una menos vivas nos queremos*. Temíamos no poder llegar.

 

4º Marcha de Ni Una Menos: "¡Vivas, Libres y Desendeudadas Nos ...

 

Acordamos que la entrevista sería más corta. Herejía acortar a Marcela Lagarde. Claro que tambien Marcela queria vivir eso, que anticipábamos, seria histórico.

Teníamos una camioneta a disposición, allí viajábamos Dora Barrancos Marcela y yo. Recuerdo risas, comentarios, abrazos, y el detalle de cada historia que íbamos compartiendo ¿Quien fue Chiara? ¿Por qué se despertó esta ola que hoy parece imparable? México y España fueron durante años nuestras hermanas mayores. Señalaron los caminos de los ¿Y por qué no? Avanzaron con un periodismo feminista orgánico, fuerte y por entonces menos precarizado.

No sé cómo llegamos ni  cuando nos separamos. Sé que había una energía que nos llevaba, que no funcionaban los celulares, los puntos de encuentro se convirtieron en una humorada del día después… ¡Estabas allí! ¿Dónde? En esa esquina… como no nos vimos… Hablé con Marcela Lagarde al día siguiente y estaba impactada como nosotras, nuestras consignas feministas cantadas por jóvenes, viejas, viejos, familias enteras, varones, mujeres, disidentes del mandato heteronormativo. Y ese día cruzamos esa línea que nos faltaba cruzar; la de la masividad. La popularidad. La sensación perfecta en el cuerpo porque esta agenda ya es de la sociedad. ¡NO NOS MATEN MAS! SE LO DEBEMOS A TODAS LAS PIBAS QUE NUNCA VOLVIERON*

 

¿Quiénes cuidan?

La pandemia del COVID 19 pone blanco sobre negro las desigualdades. Todos los seres humanos necesitamos cuidados, pero ¿quién cuida?

Todos comemos pero, ¿quién está en las ollas? ¿Quién compra o busca crudo y sirve cocinado?

El embarazo se produce por el encuentro de un espermatozoide aportado por un varón y un ovulo que aporta la mujer. ¿Quién muere por la clandestinidad del aborto? Las mujeres pobres

¿Quién debe cambiar su vida para siempre si sigue adelante con la gestación? Las mujeres.

¿Qué paso con el otro  aportante, el 50 % masculino?  Aborto yéndose. No necesita ley y no hay sociedad que le reclame, basta releer las posiciones de los antiderechos en el Congreso en el 2018

De 193 países solo 10 están dirigidos por mujeres .Si miramos las fotos de los diarios del domingo, las mesas del poder real siguen siendo masculinas. Y muchas veces machirulas que no es lo mismo. Y somos más de la mitad del universo.

En Tiempo para el cuidado, Oxfam muestra cómo el modelo económico sexista profundiza la crisis de desigualdad, y permite que una élite muy millonaria acumule fortunas a expensas del resto de la ciudadanía, especialmente de las mujeres y niñas

Es sencillo el cálculo, “mujeres y niñas dedican al trabajo de cuidados no remunerado 12. 500 millones de horas diariamente, lo que supone una contribución a la economía global de al menos 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología…”

“El trabajo de cuidados es el «motor oculto» que mantiene en funcionamiento nuestras economías, empresas y sociedades.” (Oxfam 2020)

También por eso nos quieren sumisas, obedientes, enamoradas de ese amor que todo lo puede y lo perdona.

Ser mujer oscila, para la construcción de sentidos de la sociedad, entre ser el adorno más bello, o ser objeto de las iras o los “desahogos sexuales” de la corporación que responde al mandato hegemónico de la masculinidad. Y ninguno de estos estereotipos escapa al mandato de maternidad como destino.

 Ofrecerán recompensas para los prófugos acusados de femicidios ...

 

Cruje

El sistema patriarcal cruje en sus cimientos aunque aún se regodea en tribunales, juzgados, sentencias aberrantes y cárceles injustas para las que se animaron a defenderse con un cuchillo de cocina, porque nadie escuchó que pedía ayuda. Nadie creyó, se defendió sola. Está en la cárcel. Para creerle, la sociedad le exigía que sea cadáver y ella no quiso. DISCULPE LA MOLESTIA PERO NOS ESTAN MATANDO*

El sistema judicial, los conceptos de la medicina, de la psicología clásica, las calles por las que circulamos son androcéntricos. Los libros que en las escuelas intentan borrar a las mujeres protagonistas de la historia y convierten a Flora Tristán en la abuela de Gauguin, a Wollstonecraft en la abuela de Frankenstein y a Mariquita Sánchez de Thompson en la bella dama que tocaba el himno. Todas ellas cuadrazos de la política.

Y el idioma que hablamos, que aún intenta convencernos de que lo masculino es universal. Un absurdo que no resiste análisis alguno, porque está claro que solo sería universal si el universo fuera solo de varones. Todavía  no se enteró la vieja RAE que, patriarcal y autoritaria, decide cómo hablamos, olvidando que las lenguas están vivas… y las mujeres también, y entonces se enoja cuando decimos miembra, pero terminó aceptando, no sin refunfuñar, que digamos presidenta. El problema no es la RAE sino las obediencias ciegas.

¿Por qué tanto y tan feroz enojo? Porque ningún  SISTEMA AMO aceptó jamás con una sonrisa la liberación de las esclavas. Esas a las que les enseñaron a cruzar las piernas, bajar los párpados, a no hablar de dinero porque eso es de putas o ambiciosas… las mismas que un 3 de junio dijeron lo que hace siglos se venía gestando. Queremos orgasmos. NOS VESTIMOS COMO SE NOS DA LA GANA Y NOS DESVESTIMOS Con QUIEN SE NOS DA LA GANA*.

Queremos un estado laico y abortar cuando no queremos ser madres, y a nadie debería interesarle por qué. Y nadie debería arrogarse el derecho a preguntarnos por qué. NOSOTRAS PARIMOS, NOSOTRAS DECIDIMOS*

No queremos protección queremos derechos. Eso decimos en las calles desde aquel 3 de junio.

Queremos estar en los medios como periodistas feministas para que ya nadie diga “polémico” cuando habla de abuso sexual. O “celos” cuando habla de feminicidio.

NO QUEREMOS SER VALIENTES. QUEREMOS VIVIR SIN MIEDO*. Queremos que nuestras historias les digan a las niñas que otras antes, hicieron la patria junto con los varones que los libros cuentan. Y que también ellas tengan heroínas en quienes referenciarse. Y que los varones aprendan que coraje y cobardía no se alojan en los genitales.

Queremos que se sepa que las sufragistas son el modelo de la revolución más importante que tuvo víctimas pero no usó las armas. Y que el genocidio de las brujas no fue en vano. PORQUE SOMOS LAS NIETAS DE LAS BRUJAS QUE NO PUDISTE QUEMAR*

Queremos por fin ejercer nuestra ciudadanía.

Todas las generaciones nos abrazamos, lloramos de emoción porque estamos juntas en la calle, cantamos con alegría y les damos la bienvenida a pibas y pibes que salen de la escuela.Y a viejas que no se animaban y hoy se animan. Sin acceso a derechos para toda la sociedad no hay democracia

NI UNA MENOS. ¡VIVAS LIBRES Y DESENDEUDADAS NOS QUEREMOS!*

 

*Slogans feministas que circulan en pancartas, remeras y canciones en las marchas

 

Buenos Aires, 10 de junio de 2020

*Psicóloga. Periodista. Feminista. Autora de Las Mentiras del Patriarcado, Editorial Paidos.

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