La única certeza que se deduce del fenómeno Milei es la de nuestro fracaso para entender esta realidad.
Por Luis Bruschtein*
(para La Tecl@ Eñe)
El enorme agujero negro que representa la fantochada grotesca de Javier Milei arroja una sombra densa sobre los intelectuales y el universo dirigencial que no supieron entender o prevenir esta catástrofe cultural y humanitaria. No hablo de los que lo votaron y, sobre todo, de la clase empresaria que lo respalda, que son cómplices o socios de la estafa. Hablo de las fallas de los que han producido miles de páginas sobre la fenomenalidad política argentina, entre los que también me cuento como periodista.
En lo personal siento desánimo y bronca porque como muchos de los que nos opusimos a este personaje nefasto, advertimos sobre sus propuestas y dimos mil argumentos, es evidente que no entendimos del todo al personaje ni a la forma como encajaba en los dientes de un engranaje que tampoco terminamos de conocer.
Hay quiebres y nuevas configuraciones, hay muchas apariencias, cosas que parecen regresivas y en realidad son nuevas aproximaciones reaccionarias. Son para adelante, no para atrás, pero para un adelante apocalíptico. Suena fuerte decir “apocalíptico”, pero es el final emboscado en el caos que produce la liberación de las bestias brutales de un mercado globalizado y altamente tecnologizado.
En este ámbito que critico y del que formo parte desde el periodismo hay cierta tendencia al lenguaje pomposo y siento que yo también caigo en ese tremendismo que siempre rechacé. Pero no encuentro otra forma de referirme a lo que siento frente a lo que me parece la renuncia más escandalosa de una sociedad a esa riqueza cultural que supo acumular a lo largo de tantos años, esa riqueza que hemos valorado. La elección y el mantenimiento del respaldo masivo a Milei en algunos sectores de la sociedad son representativos de esa renuncia.
Algunos hablan de una decisión desesperada. Otros dicen que hay un vuelco a la derecha en la sociedad, otros que las propuestas del movimiento popular dejan fuera a gran parte de las nuevas formaciones sociales que, a su vez, producen nuevos cuadros simbólicos. Estos se mezclan con los preexistentes y generan un sentido común diferente que tiene la carga del sálvese quien pueda del que no encuentra un proyecto que lo contenga.
La derecha aparece como revolucionaria porque plantea una construcción sobre las ruinas de la vieja civilización preglobalizada y pretecnológica. Me pregunto si es así, o si es un discurso artificial que es funcional a los proyectos de individualismo y acumulación salvaje. Me pregunto si es cierto que hay una civilización en ruinas, si la transformación real que impusieron los desarrollos tecnológicos y las décadas de hegemonía neoliberal en un mundo unipolar, implicaron la destrucción de la civilización previa junto con la muerte de sus paradigmas, encuadres éticos, morales, identidades y proyectos políticos y desarrollos culturales. Y entonces el voto a Milei habría sido de este engendro naciente, como el de un monstruito en pañales.
Si damos un paso más en este corto tiempo histórico, podría decirse que Milei es el coletazo tardío de una civilización efímera que creció en Occidente y lo está llevando a su decadencia. En poco tiempo, alzó al mundo occidental a su apogeo y luego lo hundió. El viejo hegemón, Estados Unidos, advirtió el descalabro del mundo que lideró y ahora se lanzó a sobrevivir, abandonando al derrumbe al resto de Occidente, Argentina incluida.
Me gustaría pensar que no se trata solamente de las ruinas de la civilización preglobalizada. Y que en poco tiempo también cayó, o está cayendo, aquella que la continuó, la del universo neoliberal que representa el extremismo grotesco de Milei. Quisiera pensar así: ruinas sobre ruinas. Y tengo la sensación de que se fue la fuerza de gravedad de las certezas y que flotamos en una sopa de ideas sueltas, algunas útiles, otras no, regresivas, progresivas. Habrá que romper muchas cosas para empezar de nuevo.
Pero primero habrá que entender cómo se articulan las relaciones en estas nuevas sociedades, cuáles son sus intereses legítimos y cuáles los que surgen de una alienación impresa por las miríadas de ramificaciones sutiles, insidiosas, personales, de los monumentales dispositivos comunicacionales que crecieron monstruosamente en el ciclo anterior.
En definitiva, no podría explicar a ciencia cierta los motivos por los cuales un personaje de esta calaña es presidente de los argentinos. Me resulta difícil entender la caída vertiginosa en la calidad de la información, y los mecanismos de ignorancia y perversión con que algunos de sus protagonistas se relacionan con sus públicos.
La única certeza que se deduce del fenómeno Milei es la de nuestro fracaso para entender esta realidad. Habrá que buscarle la vuelta con la cabeza más abierta.
Buenos Aires, 18 de febrero de 2025.
*Periodista.
8 Comments
Luis, uno de los pibes de los videos lo dijo. Dijo algo como, perdí, suele pasar, pero esto no significa que no vayamos a cambiar el mundo. Lo que cala en la juventud a mi entender, es eso. Encontramos un modo de vivir sin trabajar (por rudimentario que parezca), ese «cambiar el mundo» que se propone con esta manera de hacer dinero, es eso. Creo que sí, que hay que empezar de nuevo. Desertar, como dice Bifo, y desde la deserción construir por rizoma. Proceso demasiado largo tal vez para esta vertiginosa realidad. Pero, tal vez nuestra revolución deba comenzar por oponerse a esta forma de vivir el tiempo que dicta la era tecnológica. Construir en la tristeza, en el tiempo, en el amor a los valores que mencionás, en el cuidado, lentamente, rizomáticamente, lazos, abrazos en la deserción
Por fin un politico/intelectual que pone «huevos» y se corre a un costado del pensamiento hegemonico del llamado «progresismo».
Este artículo puede ser una piedra basal sobre la que habría que emprender la reconstrucción del «pensamiento nuevo» que venga a sustituir la vieja utopía.
No se, en realidad no creo, que se pueda reconstruir un pensamiento nuevo que no contenga los preceptos anteriores que hoy parecen hechos trizas, sino que en la búsqueda sobre los nuevos paradigmas (que cambian a velocidades brutales), seguramente se podrá reconstruir las bases de esa civilización que el autor considera en ruinas. Y en este aspecto, me permito, con todo respeto, decir que incluye demasiado globalmente a todo el mundo en el concepto de civilización en ruinas, hay que observar más a la enorme población de oriente, que parecería sobrellevar y resistir mejor esta destrucción de occidente. Gracias Luis por respetar los legados liminares de una generación de periodistas en los que muchos abrevamos por años y que lamentablemente fueron traicionados por inescrupulosos que se pusieron del lado de «los más debiles». Alberto La Plata 75 años
Hay quiebres y nuevas configuraciones, hay «muchas apariencias, cosas que parecen regresivas y en realidad son nuevas aproximaciones reaccionarias. Son para adelante, no para atrás, pero para un adelante apocalíptico'»
Puede ser que tal vez sacudidas, como lo que acaba de ocurrir al gobierno,ayuden a reflexionar específicamente a la juventud.
Gracias!!!//
Hay un deterioro brutal de los modos de relación intelectual, humano. un estado de degradación absoluto, imposible de digerir. De una manera o de otra ud. da cuenta de esta situación. el burdo a la cabeza, y los vendepatrias. su entorno, que por unos peniques vende lo mas preciado que puede tener un país ,su pueblo pero aun asi, donde esta el pueblo, los sindicatos, los congresistas, su sueldo lo cobran y?????????
Gracias Luis por el coraje de reconocer que cada día entendemos menos de lo que está pasando en las sociedades de Occidente, que quieren barrer los logros del último siglo y retornar al mundo de los ´30 y «1984». Lamentablemente falleció el maestro Pepe Paradiso quien nos advirtió a todos tanto en la USAL como en UNTREF que el meteorito de la crisis del 2008 iba a tener fatalmente esta consecuencia como la tuvo la crisis de 1922 y luego la del 30, pero aún así no encontramos la forma DE IMPEDIRLO…CREO QUE ES NECESARIO UN MOVIMIENTO DE RECUPERACIÓN DE LOS IDEALES BASICOS que llevaron a los gloriosos 30 años entre 1945/1975 y que se empezaron a romper tras el unipolarismo de los ´90…y solo puede ser con un GRAN FRENTE ANTIFASCISTA Y DEMOCRÁTICO que sean capaces de construir nuestros hijos por encima de cualquier partidismo….
En mi blog ofrezco un marco teórico nuevo para entender el mundo actual.
Pero es muy difícil el «debate de ideas» entre los intelectuales porque, por lo general, lo que circula se trata de «sistemas argumentativos» basados en axiomas y postulados, no en ideas-hipótesis.
Se deduce mucho de axiomas y postulados a costa de recortar porciones enormes de la realidad.
Los intelectuales tienden a operar por identificación, sea con autores, tipos argumentativos, afinidades de estilo, etc. No ponen en juego su verdadera subjetividad, la que es necesaria para generar ideas-hipótesis.
Esta, a mi juicio, es una de las razones del desconcierto actual.
«Me pregunto si es cierto que hay una civilización en ruinas, si la transformación real que impusieron los desarrollos tecnológicos y las décadas de hegemonía neoliberal en un mundo unipolar, implicaron la destrucción de la civilización previa junto con la muerte de sus paradigmas, encuadres éticos, morales, identidades y proyectos políticos y desarrollos culturales. Y entonces el voto a Milei habría sido de este engendro naciente, como el de un monstruito en pañales.»
«Si damos un paso más en este corto tiempo histórico, podría decirse que Milei es el coletazo tardío de una civilización efímera que creció en Occidente y lo está llevando a su decadencia. En poco tiempo, alzó al mundo occidental a su apogeo y luego lo hundió. El viejo hegemón, Estados Unidos, advirtió el descalabro del mundo que lideró y ahora se lanzó a sobrevivir, abandonando al derrumbe al resto de Occidente, Argentina incluida.»
Esto que se interroga Luis es clave. Y para dilucidarlo se precisan ideas-hipótesis, no sistemas argumentativos en base a axiomas y postulados preconcebidos.
Los conceptos que considero decisivos para entender el proceso global y sus manifestaciones locales son los de imperialismo (redefinido), pueblo (redefinido), masas, liderazgo de conducción o de conjunto, oligarquías (redefinidas), Estado Nacional (redefinido), resortes y recursos fundamentales.
Así, con las redefiniciones que propongo, el «imperialismo» poco tiene que ver con lo formulado por Lenin. El Estado Nacional nada tiene que ver, por ej., con Roca, los resortes y recursos fundamentales, no son los «medios de producción» a lo Marx, el pueblo no es lo mismo que las masas (esto está en JDP), etc.
La única manera de ver lo que antes no veíamos es con un pensamiento nuevo, que no está en una vidriera afuera de nosotros, no se puede adoptar o comprar. Solo puede salir de adentro de nosotros mismos.
¿Que hacer?
Persiistir
Resistir
Insistir
El pesimismo de la razón -no es nuevo- se cura con el opitimismo de la voluntad.