Jorge Alemán propone en este artículo la idea de que en la Argentina del siglo XXI se inicie un ciclo político que interrumpa el eterno retorno de la voluntad de poder del engranaje neoliberal.
Por Jorge Alemán*
(para La Tecl@ Eñe)
Al final de su camino Heidegger quiso concebir un acontecimiento excepcional y sin parangón. Una ruptura radical con las habladurías, maquinaciones, modos de representación de la subjetividad, que como consecuencia de la Técnica habían convertido a Occidente en un lugar de desarraigo y «producción sistematizada» de valores intercambiables. En cierta forma, Heidegger con su descripción de la Técnica anticipaba el Neoliberalismo. Lo verdaderamente enigmático fue que el pensador alemán vislumbró en el corazón de semejante destrucción, una suerte de Aleph irradiador que podía dar lugar a un «salto», un «paso atrás» que anunciara la novedad de un pueblo por venir acompañado de dioses desconocidos por todas las tradiciones. No se trataba de dioses trascendentales ni creadores de nada, eran simplemente señas que iban a acompañan el camino distinto. Todo este discurrir heideggeriano puede ser o bien un delirio teológico, o una última metáfora desesperada de la Revolución en tanto ruptura mesiánica. Es una pregunta inevitable.
En principio nada de esto parece concernirnos en Argentina. Nuestro país necesariamente debe, en razón de su supervivencia, pasar por la selva intrincada de negociaciones y posibles mediaciones con lo que Hay. Y lo que Hay son los poderes que mientras simulan negociar preparan siempre su nuevo zarpazo. Por ello, por lejana y extraña que nos parezca la invocación del otro Inicio, del que carecemos de representación, podría ser crucial y salvífico que mientras se desarrolla el mundo de las negociaciones, y si triunfan como espero los Fernández, a su vez de un modo transversal, subrepticio, a la manera de una comunidad invisible, se prepare en el siglo XXI de la Argentina un comienzo que interrumpa el eterno retorno de la voluntad de poder del engranaje neoliberal.
Tal vez no haya recursos para esto. Heidegger en el culmen de su locura pensaba que lo humano ya no podía intervenir. Pero en todo caso siempre será legítimo insistir en este deseo tan puro como arriesgado.
Madrid, 2 de octubre de 2019
*Psicoanalista, escritor y poeta. Su último libro publicado es «Capitalismo. Crimen perfecto o Emancipación».
4 Comments
Mi teoria es que mientras ya hay que anticipar la salida por ej atravrs del pleno empleo echada esa base y anyes de arrancar sumarle el lado b de tamañana empresa. Acompañarla con la teoria del tercio. La nac y pop la energumena gorila y la que ni ni y actua como fiel de una balanza
Ahi en la ni ni. Esta el seguro de vida al.mejor estilo evangelista mercadotecnico o como o sea mas eficiente ……visivilizarlos. Y construir un holiwood si es nesario
me encanta Alemán y está nota para mí se relaciona con el hombre gris de Solari Parravicini a quien nadie vió venir salvo la Cristina y sí se viene el chauuuu al liberalismo en nuestro querido país. Además después del raid conmovedor y genial de Axel también se viene el adiós a los políticos chantas, ignorantes y vendepatrias como los q se irán.bb
Si algo atañe al deseo, es la insistencia.
Creo pragmatico ,critico como todo su pensamiento sostenido x la praxis de la clinica y la relacion con la realidad popular.me agrada su registro de esta epoca..no ingenuo y esperanzador..