
Las políticas del gobierno nacional han transformado alimentos esenciales como la leche y la carne en commodities.
Por Matías Jauregui*
(para La Tecl@ Eñe)
¿Qué está pasando con los tres alimentos básicos de la mesa de los argentinos: ¿la papa, la carne y la leche?
El sector papero vive una paradoja. Mientras la papa es uno de los alimentos más económicos para el consumidor, los productores no cubren los costos. La baja demanda de la industria, la menor exportación y el bajo consumo interno de papas pre-fritas, generan un aumento de la oferta en el mercado interno, lo que lleva a una caída de los precios para el productor.
Recordemos que, en 2015, los productores paperos compraban campo y la papa era accesible para todos. Hoy, mientras el consumo de papa aumenta por ser un alimento económico, los productores se ven afectados por los altos costos dolarizados y los bajos precios. Esta ecuación va a dejar afuera de la actividad a muchos productores chicos, concentrado la producción en pocas manos
Con la carne vacuna ocurre algo diferente. Tenemos una caída del consumo interno y un récord de exportación, lo que ha transformado a la carne en un commodity. En 2015, el consumo interno de carne vacuna era de 60 kg/hab/año, mientras que en 2024 cayó a 48 kg/hab/año, una disminución del 20%.
Hoy, con retenciones 0% para la carne de vaca, se incentivará aún más la exportación, incluso llegando a sacrificar las vacas madres, que son la base de la producción futura.
Actualmente, alrededor del 30% de la producción nacional de carne vacuna argentina se exporta, mientras que el 70% restante se destina al mercado interno, siendo la cuenta DNI, el mejor incentivo para su consumo.
Al igual que la carne, la leche también se ha convertido en un commodity. En 2015, el 80% de la leche producida se destinaba al mercado interno, y solo el 20% a la exportación. Hoy, la ecuación cambio, el 70% va al mercado interno, mientras que el 30% restante se exporta, principalmente como leche en polvo.
El consumo de leche fluida también ha disminuido: de 217 litros/hab/año en 2015 a 155 litros/hab/año en la actualidad, un 28% menos.
Además, vemos cómo empresas nacionales históricas, como Ilolay, pasan a manos extranjeras (francesas), mientras que corporaciones como AdecoAgro avanzan con una integración vertical. El 16% de los tambos produce más de la mitad de la leche argentina, y cada año desaparecen entre 400 y 1000 establecimientos familiares.
Como vemos, las políticas de este gobierno han transformado alimentos esenciales como la leche y la carne en commodities.
Los resultados de esto se ven reflejados en informes como los de la UCA, que nos muestran una pobreza infantil del 52,8%, con ciudades como Concordia con el 75%, y una inseguridad alimentaria de chicos y adolescentes por encima del 35 %, esto es directamente hambre.
Este estado ausente condena a una generación a crecer con carencias nutricionales, que las veremos reflejadas en unos años, por ejemplo, en el rendimiento escolar de ciertos sectores de la población.
Y, por último, por si le faltaba algo a este panorama, en el presupuesto 2026 el gobierno incluyó la eliminación de la movilidad automática a las asignaciones familiares y de la Asignación Universal por Hijo.
Domingo, 9 de noviembre de 2025.
*Ingeniero Agrónomo y Productor Agropecuario (Tandil)

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