Marcelo Brignoni realiza una lectura de las elecciones presidenciales desarrolladas en la Federación de Rusia, en las cuales se impuso por un amplio margen el actual presidente Vladimir Putin.
Por Marcelo Brignoni*
(para La Tecl@ Eñe)
Las elecciones presidenciales de Rusia de 2024 se desarrollaron entre el 15 y el 17 de marzo. Han sido las octavas elecciones presidenciales en el país, y tienen un resultado contundente: Vladimir Putin, el mandatario ruso, obtuvo una victoria más.
Los denodados intentos del Departamento de Estado y su servidumbre de la Unión Europea para desestabilizar a Rusia y balcanizar su territorio, han tenido estos últimos tres días un nuevo y gigantesco fracaso.
De acuerdo con la legislación electoral actual, la primera ronda debía celebrarse el domingo 17 de marzo de, y si ningún candidato obtenía la mayoría absoluta de los votos (más de la mitad), entonces de acuerdo con la ley, una segunda ronda tendría lugar exactamente tres semanas después, el 7 de abril de 2024.
El arrollador triunfo de Vladimir Putin hace que ya este domingo 17 de marzo se lo proclame como el presidente de la Federación de Rusia con mandato popular hasta el año 2030.
Con casi el 70% de los votos escrutados sobre un padrón habilitado de más de 114 millones de ciudadanos, el actual presidente se impone con el 87,7% de los votos válidos emitidos contra el 4,19% de Nikolái Jaritónov del Partido Comunista, el 4,07% de Vladislav Davankov del Partido Gente Nueva, ambos integrantes de la Duma Estatal, el Congreso de la Federación de Rusia, y contra el 3,15% de Leonid Slutski del Partido Liberal-Demócrata de Rusia.
La participación en estas elecciones, según Ella Pamfilova, presidenta de la Comisión Electoral Central de Rusia, es de alrededor del 75% del padrón habilitado. En las elecciones presidenciales anteriores la participación había sido del 67%.
Pamfilova, en un tono irónico, declaro a la agencia de noticias rusa RIA-Novosti: “quiero dar las gracias también a Occidente por unirnos, sus agresiones han hecho que entendamos lo importante que es para nosotros estar juntos ahora. Cuanta más presión se ejerce sobre Rusia, más unidos estaremos”.
Entre las novedades de estos tres días de votación puede citarse que estas son las primeras elecciones regidas por las nuevas Enmiendas a la Constitución de Rusia aprobadas en 2020, y en particular con la modificación del inciso 3 del artículo 81 que restringía que la misma persona pudiera ocupar el cargo de presidente de la Federación de Rusia durante más de dos mandatos consecutivos, pero sin restricciones a posibles mandatos posteriores en caso de “no presentación” en algún llamado electoral. Ahora la reforma constitucional estableció un límite estricto de dos mandatos en total sin nuevas reelecciones de ningún tipo a partir de la elección de 2024, lo que le da a Vladímir Putin la elegibilidad para ser Presidente pero hasta 2036.
La nueva Constitución de Rusia obliga también a que los candidatos presidenciales deban tener al menos 35 años, que las personas que ocupan «cargos importantes para garantizar la seguridad del país» (presidente, ministros, jueces, jefes de región) no pueden asumir su cargo teniendo ciudadanía extranjera o permiso de residencia en otros países, ni en el momento de su asunción en el cargo para todos los mencionados, y en ningún momento de su vida para los candidatos a presidente.
Además, y en uno de sus principales aspectos sociales, la nueva Constitución de la Federación de Rusia garantiza que el salario mínimo no pueda ser inferior al mínimo de subsistencia fijado por los organismos estadísticos de la Federación.
Tatyana Moskalkova, comisionada rusa para los Derechos Humanos, también consultada hoy, dijo que “los agravios contra Rusia y su gobierno han estimulado la vocación de nuestro pueblo de ir a votar y legitimar a nuestras autoridades”. A pesar de multitudinarias campañas de desprestigio y agresión, Rusia parece ser indemne a la propaganda basura de Occidente. Son miles los videos caseros de transeúntes y ciudadanos rusos que manifiestan el amor por su país y el respaldo al liderazgo de Vladimir Putin.
El propio Noticiero de Canal 1 de Moscú mostró hace unos días a los que parecían ser admiradores de Putin saludando al presidente.
“Cuídese”, gritaba una mujer, antes de besarlo.
“¡Larga vida!”, exclamaba un hombre.
Putin, abogado egresado con honores de la Universidad Estatal de Leningrado, donde en 1990 se convirtió en su decano después de regresar de Dresde, Alemania, como Teniente del Servicio Secreto Soviético, se convertiría en 1991 en principal colaborador de Anatoly Sobchak, quien sería Alcalde de Leningrado y nombraría a Putin Presidente del Comité de Relaciones Internacionales de Leningrado.
Con enorme bagaje de experiencia política local e internacional llegaría a Moscú para ser responsable máximo de la KGB y desde 2000, como presidente, el máximo líder de la reconstrucción de la Federación de Rusia de cara al Siglo XXI.
Putin lleva años tratando de resolver muchos de los problemas de los años ’90, cuando Boris Yeltsin arrastró a Rusia al capitalismo salvaje luego de la desaparición de la Unión Soviética.
En ese camino Rusia ha logrado consolidar día a día un nuevo mundo multipolar respetuoso de la soberanía de los distintos países y que de por tierra definitivamente con el diseño de saqueo y expoliación de EE.UU y sus aliados con la “Globalización Financiera” como formato.
Casi premonitoriamente Vladimir Putin señalo estos últimos días:
“Durante siglos las elites occidentales explotaron América Latina, Asia y África. Esas elites de los mil millones de oro han sido parásitos de la explotación de otras naciones y se han llenado el vientre de carne humana y los bolsillos de dinero, pero el baile de los vampiros está terminando”
Un nuevo Mundo Multipolar asoma, liderado por Rusia y China. A pesar de la violenta desesperación occidental parece indetenible y muy probablemente mejor que esta globalización de saqueo y exclusión que vivimos los últimos 20 años.
El pueblo ruso le dio un apoyo masivo en estas elecciones al padre de Yekaterina y María y a esa posibilidad.
Ojalá Argentina deje de ser un territorio colonial y se sume al nuevo Mundo Multipolar. La oportunidad está al alcance de la mano.
Buenos Aires, 17 de marzo de 2024.
*Analista político.