Rodolfo Yanzón es abogado y tiene una larga experiencia en el campo de los derechos humanos. También escribe artículos periodísticos en diferentes medios, entre ellos, en La Tecl@ Eñe. La novedad es que Yanzón acaba de publicar su primera novela, Mandíbula, de ediciones Voria Stefanovsky (VS editores) que estará en febrero en librerías. Mandíbula transcurre por dos planos narrativos: Por un lado, la investigación que el abogado porteño Samodi debe realizar para defender al baqueano Antonio Cabaña, acusado del asesinato de un cazador furtivo, una suerte de thriller guaraní, en palabras de Ricardo Ragendorfer; y por otro, el rescate de la cultura guaraní, con su rico lenguaje, su flora y fauna, y sus mitologías. Una novela de cruces entre culturas, lenguajes y memorias situadas en un territorio, Formosa, atravesado por la historia de las guerras y la injustica devoradora de quienes se niegan a ser domesticados.
Por Conrado Yasenza*
(para La Tecl@ Eñe)
– Conrado Yasenza: ¿Cómo fue el proceso creativo de Mandíbula, su primera novela?
– Rodolfo Yanzón: Comenzó con un caso en el que intervine como abogado. Entre tantas cosas que escribo, una fue tomando forma. Algunos papeles se van dejando y otros van cobrando mayor interés, te reclaman que continúes, que reflexiones sobre el relato, te preguntan qué buscás. Por algún tiempo no tuve muy clara la respuesta, pero, poco a poco, se metió en mi cabeza de tal forma que conviví con ella un buen tiempo, minuto a minuto. De lo jurídico, la historia -no fui yo- se volcó a lo cultural y mitológico, y de ahí a lo histórico. Fue un proceso que demoró años, en los que me sumergí en distintas lecturas. Puedo decir que aprendí mucho y leí más de lo que escribí. Una experiencia maravillosa.
– CY: ¿Por qué la decisión de situar la historia en la ciudad de Clorinda, Formosa?
– RY: El episodio central se desarrolla en una zona intangible, un parque nacional, Río Pilcomayo, un lugar bellísimo y a la vez fascinante por su riqueza cultural, por la amalgama de diferentes visiones y nacionalidades. El río Pilcomayo es frontera entre el Paraguay y la Argentina, un lugar caliente de contrabandistas, cazadores y ladrones, y eso fue un punto central de la historia.
– CY: La novela transcurre como por dos estructuras narrativas: La investigación que el abogado porteño Samodi debe realizar para defender al baqueano Antonio Cabaña, acusado del asesinato de un cazador furtivo; y el rescate de la cultura guaraní, con su rico lenguaje, su flora y fauna, y sus mitos. ¿Cómo se entrelazan esas dos superficies narrativas?
-RY: El relato del hecho puede ser la superficie y debajo de ella se descubre un núcleo que explica bastante, sobre todo de sus protagonistas, con una visión y un lenguaje diferente a la gente de Buenos Aires. Por eso el ir y venir, el bucear en lecturas históricas, naturalistas y mitológicas. Tomé el desafío de aprender sobre una tierra lejana a Buenos Aires, no sólo por la distancia.
– CY: La literatura occidental tiene un peso importante dentro de la novela, allí están, en el comienzo, Proust, Stendhal pero también Shakespeare y el poeta griego de la clase trabajadora, Hesíodo. Pero también están la mitología y los relatos orales guaraníes. ¿Existe una intención narrativa de ensamblar esas tradiciones culturales de occidente con el mundo natural de los pueblos originarios? ¿O funcionan como contraste?
– RY: Contrastes que hacen a nuestra propia esencia, realzando parte de nuestra cultura, desconocida en buena parte por la inmensa mayoría de quienes vivimos en las grandes ciudades. Algunos de los autores que mencionás contaron historias a partir de casos judiciales para describir o denunciar situaciones concretas de su tiempo, su sociedad. El ir de una mitología a la otra me dio la posibilidad de generar un diálogo entre lo guaraní y lo que llamamos cultura occidental, plantear algunas similitudes y diferencias, reconociendo nuestras limitaciones y hasta el modo en que negamos parte de nuestra historia, que, en definitiva, es negar a otros el reconocimiento que merecen.
– CY: También hay una suerte de reescritura de la historia de la región con la guerra de la Triple Alianza como acontecimiento que entra en juego para contextualizar el presente. Allí están Mitre, Sarmiento y Alberdi… ¿Esta reescritura funciona como metáfora del paradigma del siglo XIX, civilización/barbarie?
– RY: El siglo XIX es apasionante, se consolidan nuevas naciones, tanto en América como en Europa. En la época en que transcurrió la guerra contra el Paraguay -la guerra guazú- se produjo también la de secesión en EEUU y la franco prusiana con la Comuna de París. A eso le sumo las guerras guaraníticas, un hito esencial en la historia de la región. Traté de trazar un hilo conductor y reflexionar sobre el proyecto de país, teniendo en cuenta que el hecho se produjo en Formosa, tomada como botín de guerra al Paraguay y como producto de la alianza de Mitre con el Brasil esclavista.
– CY: Volviendo al proceso creativo, ¿la investigación sobre la cultura guaraní y qom tiene anclaje, o se complementa, con una experiencia vivencial propia?
-RY: Apelo a experiencias personales para contar algunos episodios que, por fuerza del propio relato, son mucho más que las experiencias personales.
– CY: Usted tiene una larga trayectoria como abogado en el campo de los derechos humanos. ¿Cuánto de esa experiencia está volcada en la construcción de Samodi, el abogado que decide defender a un baqueano guaraní que clama por su inocencia?
– RY: Es inevitable que Samodi tenga una parte mía, pero no soy yo, para nada. Comparto con él muchas dudas y temores, pero creo que nada más.
– CY: La idea no es develar un misterio pero la referencia a la desaparición de la mandíbula está en la contratapa del libro. ¿Cómo metáfora de qué opera la mandíbula?
-RY: Creo que esa es la gran pregunta, y cada lector debe tener su propia mirada. A ellos les dejo la misión de lo que representa.
-CY: Para finalizar, ¿se puede hablar de una relación en la novela entre la memoria, lo justo y lo bello?
– RY: Yo no podría haber sido más claro. Gracias.
Buenos Aires, 28 de enero de 2021.
2 Comments
la entrevista me hace entusiasmar aún más para su lectura. Gracias
Trabajo en un Parque Nacional en que la cuestión de los cazadores furtivos es cotidiana e inquietante. La entrevista me ha dejado muy motivado.