Cambiemos las mentiras piadosas por las fake news – Por Angelina Uzín Olleros

Consecuencias subjetivas de la infamia: la crisis actual – Por Clara Schor Landman
14 marzo, 2019
Al borde de la ruptura: mejor no estirar más la soga – Por E. Raúl Zaffaroni
17 marzo, 2019

Cambiemos las mentiras piadosas por las fake news – Por Angelina Uzín Olleros

Angelina Uzín Olleros describe en esta nota las características del gobierno de Cambiemos desde el momento de su campaña en la que el programa que se presentó estuvo unido a las promesas que no se cumplieron, y que en todos los casos estaban y están amparadas por la mentira.

Por Angelina Uzín Olleros*

(para La Tecl@ Eñe)

 

“Sería horrible, Sócrates, que los que obran mal voluntariamente fueran mejores que los que obran mal contra su voluntad.”  Hipias de Élide.[I]

 

La propuesta política conservadora tiene al menos tres características que aparecen resignificadas en el momento actual: la primera es la lucha contra el mal, la segunda es la promesa de una buena administración y la tercera es la mentira. Las tres van enlazadas ante el fracaso de la gobernabilidad, el contexto de justificación de su fracaso se construye bajo el argumento de la ignorancia con respecto a la situación en la que se encontraba el país, fuente de todas  las dificultades a la hora de tener que gobernar. La ignorancia, el desconocimiento intenta ser o transformarse en el núcleo duro de su explicación, ¿es mentira si se miente ignorando la verdad?

En esta apretada síntesis intento describir las características del gobierno de Cambiemos desde el momento de su campaña en la que el programa que se presentó estaba unido a las promesas que no se cumplieron y que en todos los casos estaban y están amparadas por la mentira. La más obvia ha sido la de “pobreza cero” reconocida hasta por los funcionarios oficialistas como algo absolutamente imposible de lograr pero que se promete como una aspiración aún a sabiendas que no se podrá cumplir. En este ejemplo la mentira es utilizada como un instrumento para marcar un horizonte que en el caso de las economías neoliberales es radicalmente opuesta a sus resultados; el motor de la pobreza está ahí puesto en marcha desde el mismo momento en que las desigualdades están naturalizadas y, a lo sumo, en nombre de la buena administración todo argumento clasista y despectivo viene a la palestra.

Abundan ejemplos de los juicios de valor que los representantes de Cambiemos exponen en sus discursos, sus afirmaciones, sus respuestas. En todo caso abrirán más comedores comunitarios, las universidades se cerrarán para los más desfavorecidos y el estado de derecho emprenderá la retirada ante el mercado; sin embargo el mercado, la pequeña y mediana industria, la creación de fuentes de trabajo están desapareciendo. Sin ser especialistas en economía el sentido común nos marca la ausencia de un modelo económico inclusivo, que genere la posibilidad de salarios y jubilaciones dignas, que disminuya la inflación, que fortalezca lo público.

La lucha contra el mal, que ubico como el primer gran objetivo de esta versión conservadora, es el simulacro de la política, también lo es de la ética; no se busca el bien, no se persigue el bien, por el contrario se identifica el mal en un otro imaginario, se construye ese otro maligno y se comienza a trabajar en su destrucción. Visto de este modo los que se presentan como paladines de la moral mienten, porque es mentira que de un lado están los buenos y del otro están los malos; hasta diría que es un argumento infantil creer que los enemigos de la democracia y de la república están en la vereda de enfrente y deben ser eliminados. Ante la promesa de unir a los argentinos, la lucha contra el mal, la batalla contra los malos viene a desunir a los argentinos, a los que en apariencia están del lado equivocado de la historia.

Las falsas promesas son mentiras, voluntarias, conscientes: pobreza cero, unir a los argentinos, terminar con la inflación, administrar bien el estado, defender la república, que en palabras de los mentirosos se escribe con minúscula: república. Hannah Arendt, una filósofa que es nombrada por militantes de Cambiemos, afirma que la política es sin duda un lugar privilegiado de la mentira, Arendt[II]  insiste en los estragos de la manipulación de masas, dado que la reescritura de la historia, la fabricación de imágenes sobrecogedoras son lo propio de todos los gobiernos. Su reflexión sobre la mentira es muy interesante, tal vez no han leído su libro sobre el tema o tampoco han consultado el de Crisis de la república

Ironías aparte, podemos distinguir diferentes tipos de mentira: las piadosas, aquellas que se engendran en la lástima, en la intención de no hacer sufrir, o inclusive en el propósito de no generar pánico si se dice la verdad.  Los que gobiernan por Cambiemos han llegado a decir que eran muy optimistas y por eso no dieron a conocer la verdadera situación en la que se encontraba el país. Mentiras optimistas podríamos denominarlas, o el optimismo mentiroso. Otra clase de mentira se dice hoy en inglés: false news son las noticias falsas que circulan por las redes con diferentes intencionalidades, la falsedad es una de las maneras en que se presenta la mentira. Incluso hay quien distingue lo verdadero de lo falso, y la mentira de la no-mentira.

Problemas del lenguaje político, falsedad y mentira separadas por una frágil frontera. Es falso decir que se llegará al nivel cero de la pobreza y es mentira que eso suceda. Pero es más grave aún, moralmente grave, creer que desde el desprecio al otro que está padeciendo la exclusión se hará justicia.

Coincido con Platón cuando anuda  la mentira a la inmoralidad, porque para mentir hay que saber que se está mintiendo, y el que miente es el hombre injusto, no puede haber justicia en la mentira. El consejo político de mentir es desde antes de Cristo, Medio de Larisa[III] le aconsejaba a Alejandro Magno decir mentiras si eran con buenas intenciones, así de antigua es la mentira política; pero las intenciones por más buenas que sean no pueden generar buenos resultados, porque la mentira en sí misma no es buena y podemos por lo tanto distinguir la mentira de la intención, distinguirlas para saber que por más buenas intenciones las mentiras no lo serán jamás. Administrar justicia y administrar verdad, van juntas de la mano. Descubrir los caminos que conducen a ellas es la tarea de la política, cubrirlos con mentiras es su simulacro.

 

Referencias

[I] Platón. Hipias menor o sobre la mentira.

[II] Arendt, Hannah. Verdad y política.

[III] Medio, procedente de Larisa, en Tesalia, fue un amigo de Alejandro Magno que lo acompañó en sus campañas por Asia. Plutarco lo describió como “el caudillo del coro de aduladores de Alejandro”.

 

Entre Ríos, 17 de marzo de 2019

*Dra en Ciencias Sociales. Máster en Filosofía. Docente en UADER y UNR. Escritora.

@AngelinaUzinO

angelinauzinolleros.com

1 Comment

  1. Sara Berlfein dice:

    Somos responsables de nuestro votó

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *