En el corazón verde de los yerbales de Argentina se oculta una verdad incómoda, un clamor silencioso que exige ser reconocido. El documental “Tareferos”, filmado en la Región Nordeste de la República Argentina, año 2007 y reeditado en 2021, emerge como un testimonio visual de esta cruda realidad: la explotación laboral de niños y niñas en las cosechas de yerba mate. Como director del documental y profesor vinculado a la protección de los derechos de las infancias, me veo en la obligación de exponer esta problemática que lacera a nuestra sociedad.
Aunque la Ley 1420 de Roca estableció la educación obligatoria en Argentina y el trabajo infantil está prohibido por ley (Ley 26.390), constituyendo incluso un delito penal (Ley 26.847, art. 148bis), la explotación laboral de niños y niñas persiste, lo que subraya la necesidad de una mayor acción y conciencia
Este corto documental expone una injusticia social consumada en la cosecha de la yerba mate (tarefa). Son imágenes que buscan comunicar y sensibilizar sobre las causas que permiten la vulneración de los derechos de las infancias, juventudes y familias, mostrando el efecto destructivo del trabajo infantil en las comunidades más desfavorecidas. “Tareferos” no solo revela la dura vida de estos pequeños trabajadores, sino que también busca movilizar a la sociedad hacia un cambio.
La explotación y la pobreza son los cimientos de esta injusticia. Los niños y niñas, que deberían disfrutar de su infancia, se ven obligados a trabajar en condiciones deplorables para apoyar a sus familias. Esta situación no es una anomalía, sino el resultado de sectores económicos que obtienen enormes ganancias pero que abonan salarios insuficientes a sus trabajadores, de la inacción gubernamental que desprotege a dichos trabajadores, de la desigualdad arraigada en nuestro país.
La visibilidad de estas problemáticas es crucial. Al hacer visible lo invisible, desafiamos la indiferencia y la ignorancia que rodean al trabajo infantil. Resaltar estas realidades en plataformas públicas y medios de comunicación es el primer paso para generar empatía y comprensión en el público, lo cual es esencial para impulsar la acción colectiva.
La reciente polémica generada por las declaraciones de un diputado que subestimó la importancia de la educación y sugirió que los niños podrían trabajar en lugar de asistir a la escuela, ha puesto de relieve la necesidad de discutir y abordar el trabajo infantil como un delito grave. A pesar de que la figura del trabajo infantil fue incorporada al Código Penal en 2013, las denuncias son escasas y los casos que llegan a juicio son aún menos. Sin embargo, cada caso es un recordatorio de que la explotación continúa, especialmente en el sector agropecuario, donde los menores son sometidos a tareas peligrosas y se les priva de su derecho a la educación.
El estudio del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA indica que el trabajo infantil afecta a casi el 15% de los niños y adolescentes en Argentina, subrayando la magnitud del problema y la urgencia de actuar. La educación es un derecho inalienable que debe ser protegido y promovido, ya que es fundamental para el desarrollo individual y colectivo, y para forjar una vida digna.
En un contexto donde la ONU insta a la eliminación del trabajo infantil, debemos reflexionar: ¿hacemos lo suficiente para proteger a nuestra niñez? Aunque parezca un ideal lejano, creo firmemente que es posible si nos unimos como sociedad.
“Tareferos” aspira a sensibilizar sobre esta situación y a impulsar cambios significativos en nuestras políticas y prácticas. Es imperativo que el Estado actúe decisivamente para asegurar los derechos de los niños y erradicar las condiciones que perpetúan el trabajo infantil.
Como ciudadanos comprometidos, es nuestro deber levantar la voz contra el trabajo infantil y esforzarnos por un futuro donde la niñez pueda vivir libre de explotación, con sus derechos plenamente garantizados. “Tareferos” es más que un documental; es una convocatoria al intercambio y la conversación.
Los invito a verlo en comunidad, con vecinos, con la familia, con los estudiantes porque la imagen invita a la reflexión necesaria para tomar conciencia y actuar colectivamente.
Claudio Altamirano.